Era uno de los partidos de la fecha por plantel, por títulos, pero defraudaron en el aspecto futbolístico, ya que no desarrollaron el fútbol que nos tienen acostumbrado, y menos, cuando se enfrentan entres sí.
Ambos equipos jugaron prácticamente con equipo titular, salvo algunas ausencias obligadas, por lesión, como el caso de Jorge Moreira, en Libertad, mientras que Nacional le tuvo a todos, menos a Derlis Orué, a quien le tocó descansar para resguardar el físico.
El primer tiempo se jugó con una alarmante lentitud y con pocas llegadas a los arcos. Un cabezazo de Julián Benítez, quien erró el arco desde buena posición, al iniciarse el juego, y un remate pifiado de Claudio Vargas, que atajó Don, fueron las únicas llegadas con peligro para los porteros.
El gumarelo le puso más velocidad a su juego en la etapa final, llegó con más asiduidad al arco rival, e inquietó a Don, con un cabezazo de “Torito” González; Nacional apostó decididamente a la contra, y estuvo a punto de sacar provecho del mismo, pero Torales no llegó a tiempo para culminar la jugada realizada por Julián y Lusardi, respectivamente.
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Sarabia recurrió a delanteros más frescos, como Camacho y Bareiro, buscando frescura, dinámica y efectividad, pero también se perdieron en las imprecisiones que ya mandaban en la cancha en esos momentos, y que derivó en un empate bastante justo y que les quedó muy bien al partido.