Los destrozos fueron programados

Los vándalos que ocasionaron destrozos la noche del lunes en el estadio Feliciano Cáceres tras el empate en Sajonia del Sportivo Luqueño contra Nacional 1-1, tenían programado el atropello, teniendo en cuenta que empezaron a “operar” antes de la finalización del juego. 

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Las cámaras de seguridad revelan que los patoteros ingresaron al club a las 21:57, cuando que el partido finalizó recién a las 21:59, por lo que si se registraba el gol de la victoria sobre la hora, de todas maneras el daño hubiese sido provocado. Los furiosos seguidores, identificados como miembros de la barra Chanchóligan’s, rompieron todo lo que encontraban a su paso, generando un enorme perjuicio a la institución. 

El elenco popular se encuentra en la zona de descenso, tras 49 años de competencia ininterrumpida en la máxima categoría, en la que totaliza 84 temporadas, en tres etapas.

En medio del desencanto generalizado por el resultado negativo, por la necesidad de triunfo y el hecho que el rival encaró gran parte del espectáculo con un futbolista menos (expulsión de Diego Melgarejo), el técnico Pedro Sarabia sacó pecho al señalar que de sus cinco partidos ganó tres, empató uno y perdió solo uno, incluyendo la Copa Paraguay en la que en realidad tuvo un solo triunfo, porque en otro cotejo se dio una igualdad que fue resuelta en los penales.

Algunos de los 15 inadaptados que provocaron destrozos ya fueron individualizados por la Policía.

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