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En aquel recordado juego ante Santos por las semifinales de la Copa Libertadores 2011, el experimentado arquero había fallado en el primer gol al calcular mal su salida permitiendo el cabezazo sin custodia de Zé Eduardo, además fue protagonista, al tropezar, de un blooper que terminó en el gol de Neymar y que prácticamente marcó el camino de la eliminación del Ciclón.
El arquero, que aún tiene seis meses de contrato con Cerro Porteño, manifestó que todo lo que ganó hasta ahora fue a base de esfuerzo y la gente debe reconocer eso. “No estoy jugando en Cerro porque soy Diego Barreto; juego porque merezco, nadie me regaló nada en mi carrera. Trato de ser autocrítico y mejorar lo que me va faltando. Uno nunca llega a su techo siendo jugador”, indicó.
Barreto, a pesar de que ya no goza de la simpatía de parte de la hinchada azulgrana, complicándose su relación con la misma, dijo estar tranquilo y solo piensa en trabajar y jugar de nuevo. “Yo soy cerrista y quiero lo mejor para el club. Mi contrato concluye en seis meses y lo único que hago es dedicarme a trabajar y esperar que comience de nuevo el próximo desafío. Yo estoy tranquilo porque me respalda el trabajo que hago”, aseguró.