Guaraní, presionado por tener que ganar a Rubio Ñu para seguir con posibilidades de alcanzar el título, se mostró muy atado de entrada, como si la responsabilidad sea un peso.
En ese lapso de desconcierto aborigen por poco los ñuenses llegaron al tanto inaugural cuando Joel Garay quedó solo frente a Alfredo Aguilar, pero se demoró en el remate, permitiendo la reacción de la defensa aurinegra.
Pasado el mal momento, el Legendario empezó a incursionar hacia la valla de Torresagasti y sobre los 18 minutos un penal de Ortega sobre Camacho se le escapó al árbitro Mercado, teniendo en cuenta que hubo un toque abajo del jugador albiverde al rival. A partir de esa acción Guaraní se posesionó del balón llegando con insistencia al arco rival. En una ocasión Novick entró sin marca alguna pero picó largo y el esférico fue afuera. El gol rondaba el arco de Torresagasti y llegó sobre los 42’.
Camacho, una vez más, “frotó la lamparita” y realizó una jugada de lujo sobre la izquierda eludiendo a Mareco y tirando un centro medido para la cabeza de Marín, que no tuvo inconvenientes para marcar con el arco en blanco. Así los aurinegros se fueron al descanso con ventaja de 1-0.
En la complementaria Guaraní tuvo varias ocasiones para anotar la segunda conquista, pero perdonó demasiado.
Los ingresos de Juan Franco, Ariel Estigarribia y “Tito” Frutos dieron frescura al albiverde y en una jugada en la que los tres se involucraron vino el empate de Franco.
Se desdibujó Guaraní con el fuerte golpe y estuvo a punto de perder los estribos, pero una guapeada de Bogarín, cuyo remate desvió Torresagasti, encontró a Palau en el rebote para marcar el tanto del esperado triunfo que deja con vida al Legendario en su lucha por el título.