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Compartieron asado con la familia de un agricultor
Los pilotos del Rally Dakar no solo disfrutaron del maravilloso paisaje de las serranías del departamento de Cordillera, sino que también pudieron comprobar que la famosa hospitalidad paraguaya no es solo un mito. La familia Silva Guzmán, de Atyrá, abrió las puertas de su hogar a los competidores.
ATYRÁ, Dpto. de Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). Varios de los corredores se llevaron un muy buen concepto de la calidez y hospitalidad de los paraguayos luego de compartir varias horas con familias de la compañía Monte Alto de esta localidad. Asimismo, todos fueron recibidos con gritos de bienvenida y mucha alegría a su paso por esta zona del país.
Una de las familias que recibieron a los pilotos en su casa fue la de don Alberto Silva (60), quien con su esposa Irma Guzmán de Silva (52) y sus hijos Nancy (36), Viviana (32), José (30), Claudelina (26) y Alejandra (15) ayudaron a los ilustres visitantes a aplacar el intenso calor bajo la sombra de los árboles de la propiedad en la compañía Monte Alto. Don Alberto es agricultor, mientras su señora trabaja como empleada doméstica. El dueño de casa dijo que se emocionó hasta las lágrimas con la sencillez de los competidores que llegaron a su casa y se integraron de forma inmediata a la familia, jugando con sus pequeños nietos y probando el chipa guasu, entre otros manjares.
La familia preparó alimentos para vender durante el evento en la casa que está cerca de la largada. Como desayuno hubo caldo de gallina con sopa paraguaya y para el almuerzo prepararon milanesas, empanadas, tallarín con estofado y asado, que gustó mucho a los corredores.
También acaparó la atención de los visitantes el pesebre. Sin dudas, esta familia guardará un gran recuerdo.