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No fue una presentación brillante ni mucho menos del triunfador. Sí un nuevo paso en falso del perdedor que parece un vehículo con motor “desinflado”.
El primer tiempo: nada más parecido a un partido entre solteros contra casados. Sin propuestas convincentes, esperando una equivocación del rival para marcar la diferencia. Y eso se da por falta de confianza, de resultados positivos que permitan proponer, pensar más en el arco contrario que en el propio.
La segunda mitad: algo más movida, con un poco más de juego (“100 gramos”, para referenciar), del dueño de casa que llegó al gol mediante el servicio de esquina de Alfredo Cano y el cabezazo de Jorge Cáceres.
Lo del “12”, sencillamente alarmante. Inicialmente apostó a los veteranos y luego limpió a la mayoría, con una alineación renovada. Se necesita equilibrio, no se puede cambiar de golpe. Su rendimiento es deficiente y su ubicación en la clasificación así lo demuestra.
Para General Díaz, lo bueno de festejar por primera vez en el año en casa, pero tampoco es para relajarse, porque no es ni sombra de lo que fue el año pasado.
“A duras penas”
El título lo dice todo. General Díaz ganó “a duras penas”, según referenció el presidente del club, Jorge Natalicio González, quien dijo que “sin jugar bien logramos un triunfo muy importante”.
En el camarín del 12 de Octubre, la lógica preocupación por el presente futbolístico. El hecho que hace suponer la continuidad del entrenador Félix Darío León es que hasta el momento el profesional no recibió el “total respaldo”, una frase empleada cuando las cosas van mal y que por lo general tiene un efecto contrario.