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En su comunicado, la Conmebol, dirigida por Alejandro Domínguez Wilson-Smith, sostiene que en la demanda se atenta contra la seguridad jurídica, existe arbitrariedad por falta de pruebas y asegura que las sentencias en primera y segunda instancia –a favor de Pintos– “han sido dictadas sobre la base del capricho o la voluntad de los juzgadores”.
Afirma además que “la Corte debe conocer muy bien el caso puesto que el hijo del ministro Antonio Fretes es apoderado del demandante”.
La demanda fue presentada por Pintos (periodista), quien reclama el millonario monto porque, según él, fue destituido injustificadamente de la Confederación luego de más de 18 años de antigüedad por lo que corresponde doble indemnización sobre la base de un salario mensual de US$ 7.500 además de comisiones por contratos varias veces millonarios de publicidad y marketing.
También daño moral, derecho de imagen por ser presentador de la institución en TV para las 3 Américas, 60 meses de salarios caídos en más de 5 años que lleva la demanda y una indemnización complementaria y compensatoria del 20% que corresponde a todo trabajador que entró en litigio, dijo.
“La Conmebol nunca cumplió con sus trabajadores y está acostumbrada a avasallar con todo y a todos. Mi expediente lleva más de cinco años en tribunales y eso echa por tierra la excusa de que hubo celeridad y componendas a mi favor. Yo solo reclamo lo que me corresponde”, sostuvo Pintos.
US$ 130 millones
Si bien la Conmebol tiene el derecho de pedir “justicia” por estos US$ 10 millones, llama la atención que no actúe así mismo por los US$ 130 millones que, según la propia Confederación, fueron desviados durante la gestión de Nicolás Leoz, Eugenio Figueredo y Juan Ángel Napout.