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Sol de América obtuvo ayer su quinto empate en el torneo Clausura jugando frente al Sportivo Luqueño. El Danzarín solo ganó el partido frente a Cerro Porteño, cuando metió tres y a punto estuvo que le igualen nuevamente sobre el final (el resultado fue de 3-2).
En otros encuentros, hizo partidazos como el de ayer, donde convirtió dos goles y le faltó más definición posteriormente.
Lo de Sol ya no sorprende a esta altura del certamen. Ayer arrancó con un ritmo vertiginoso y en pocos minutos, Luqueño salvó su valla en tres ocasiones ante claras llegadas, especialmente de Lorenzo Frutos, que perdió chances increíbles.
No llegaba el gol, pero el rendimiento era óptimo ante un Sportivo totalmente desorientado y que por entonces no mostraba nada de lo exhibido ante Olimpia.
Sin embargo, le alcanzó el dicho de que los goles no se merecen, sino se hacen. Ariel Bogado, tras un error defensivo, abrió el marcador.
El Danzarín reaccionó bien a la adversidad y Diego Vázquez, tras gran jugada colectiva definió y marcó el empate.
Sol siguió con su fútbol exquisito, de toques y velocidad. Llegó el segundo con un verdadero golazo de Sergio Escalante que arrancó fuera del área, dejó sin reacción a dos zagueros y al acercarse a Tobías Vargas, sacó un potente remate que se incrustó en el arco auriazul.
Un nervioso equipo luqueño se fue adelante. Corría el minuto 45 cuando el esférico pegó en el rostro de Duré, pero Amarilla pitó mano del solense. Claudio Vargas, con remate esquinado, puso el 2-2.
El juego en la parte final tuvo un leve dominio de la visita, que tuvo un par de ocasiones para marcar ante un Sol que bajó mucho en su rendimiento y ya no fue el mismo equipo explosivo del primer tiempo.