Una vuelta con altura

El director australiano George Miller se ha dado el gusto de volver a su criatura más conocida, que no es el chanchito valiente ni las brujas de Eastwick. Estamos hablando de Mad Max, que ha retornado a la pantalla grande con altura y con todo lo que caracteriza al universo del personaje: Desolación, desesperanza, violencia y, más que nada, locura.

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George Miller no ha buscado transformar al personaje, sino que se ha valido de las posibilidades técnicas que existen hoy para presentarnos un nuevo viaje de Max Rockantansky, que ahora es protagonizado por Tom Hardy. Eso tampoco significa que se ha emperifollado de efectos especiales. No. La película es una lección de cine, con un montaje ágil y atrapante, y una dirección artística fascinante.

El reparto de actores no queda atrás, no solo con los protagónicos Hardy y Charlize Theron sino los demás, con sus actuaciones exageradas, que realmente dan miedo.

En esta cuarta película, Max se une a un grupo de mujeres que huyen del Señor de la Guerra, en busca de un edén, donde puedan vivir alejadas de tanta violencia.

sferreira@abc.com.py

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