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La Primera Bienal Internacional de Asunción contempla inauguraciones de exposiciones, instalaciones, charlas, foros, proyecciones, obras de teatro y conciertos.
“Es un momento extraordinario de la historia cultural de Asunción y de la agenda cultural que viene marcando El Cabildo. Este encuentro de personas que sueñan y que expresan a través del arte la más excelsa de sus creaciones es un espacio maravilloso para aprender, admirar, recrearnos, instruirnos y educar a las nuevas generaciones”, expresó la senadora Blanca Ovelar.
Por su parte, la ministra de Cultura, Mabel Causarano, manifestó que esta Bienal es un hito que coloca a nuestro país en la agenda internacional del arte. “Tiene una connotación social enorme al poner en los espacios públicos lo mejor de la creación actual de nuestros artistas y de los invitados”, expresó.
A su turno, Clotilde Cabral, en representación de la Municipalidad de Asunción, indicó que esta Bienal “congrega a las artes a exponer sus más avanzadas tendencias, así como a analizar y debatir sobre el arte, con pleno desafío a la creatividad y la libertad”.
Seguidamente se dirigió al público el curador internacional Royce Smith, visiblemente emocionado, para expresar que esta Bienal es un compromiso del cual aprendió cosas que lo han tocado como crítico de arte, pensador, curador y ser humano.
“La Bienal de Asunción es una oportunidad para articular un grito de libertad, de decir que la capacidad artística puede salir en cualquier momento, de cualquier persona, en cualquier parte del mundo. La Bienal no es simplemente espectáculo, es servicio al pueblo”, resaltó.
Finalmente, Margarita Morselli, directora de El Cabildo, subrayó que en este evento se trata de hablar de nosotros para que el mundo escuche y vea la contemporaneidad paraguaya: “habrá un antes y un después de esta Primera Bienal”.
En la noche se presentaron la Orquesta del Congreso Nacional, dirigida por Diego Sánchez Haase, y el Grupo Generación. Dio cierre la performance “Kurusu vera” (foto de tapa), de William Paats, que ubicó a una cruz con fuego en la fuente de la Plaza Juan de Salazar, mientras fuegos artificiales adornaban el cielo.