El suizo, siete veces campeón en Wimbledon, se enfrentará en semifinales contra el canadiense Milos Raonic, que derrotó al estadounidense Sam Querrey, por 6-4, 7-5, 5-7 y 6-4 en dos horas y 31 minutos.
“Fue un partido muy divertido ante uno de los mejores tenistas del circuito. Lo siento por él”, dijo Federer. “Pude darle la vuelta al resultado, y ésta victoria me anima para seguir así. Es positivo ver que he ido de menos a más. Físicamente y mentalmente me siento muy bien, estoy muy feliz”, aseguró Roger tras el duelo.
Preguntado sobre su rival en semifinales, el de Basilea dijo que será un partido “muy duro” y que está “emocionado” de volver a una semifinal. “Será un encuentro muy complicado, pero lo bueno es que tengo un día y medio para descansar. Milos es un jugador que mejora cada día que pasa y estoy con ganas de enfrentarme a él”, señaló.
Siete veces campeón en Wimbledon, el último de sus 17 Grand Slams que consiguió hace cuatro años, Federer igualó además el récord del estadounidense Jimmy Connors, de 84 victorias en este torneo.
Ahora, el suizo de 34 años, tiene 307 victorias en Grand Slams, por 50 derrotas, alejándose de Martina Navratilova con un triunfo menos, y de Serena con cuatro menos.
Cilic estuvo a punto de lograr la segunda victoria ante Federer en siete encuentros, y de forma similar a la que consiguió en las semifinales del Abierto de Estados Unidos, hace dos años, torneo que acabó ganando ante el japonés Kei Nishikori, pero no supo concretar sus oportunidades porque Federer anuló las tres bolas de partido con su servicio.
Las dos primeras de ellas se produjeron, con 5-4 y luego con 6-5, y la tercera con 7-6 en el desempate. Todas en el cuarto set, ante la desesperación de Goran Ivanisevic, entrenador de Cilic, que no creía lo que estaba viendo, porque después Federer ganaba este parcial a la quinta oportunidad, mientras Marin se desmoronaba en el siguiente.