“Increíble ganar un segundo Grand Slam en un año”, dijo Kerber. “Es el mejor año de mi carrera”.
Es la segunda corona Majors de Kerber en la temporada, luego de su victoria en el Abierto de Australia, lo que unido a la derrota de Serena Williams en semifinales de este US Open, la coronarán el lunes como la nueva número uno mundial. “Ser la número uno y ganar títulos de Grand Slam siempre fue mi sueño desde que era una niña. Significa mucho”, dijo Kerber.
“Todo comenzó para mí aquí en Nueva York hace cinco años, cuando llegué a las semifinales (2011) y ahora estoy aquí con el trofeo”, añadió.
La alemana, de 28 años de edad, accedió a su primera final en las canchas neoyorquinas tras derrotar en semifinales del jueves a la danesa Caroline Wozniacki. De su lado Pliskova, que también jugó su primera final de un Grand Slam, dejó en el camino de semis a la exnúmero uno mundial Serena Williams.
Kerber impuso su mayor experiencia en este tipo de finales para salvar momentos engorrosos, como cuando la checa, décima sembrada, se adelantó 3-1 en el último set, luego de quebrarla. La germana mantuvo la calma y fue llevando el partido a su terreno con tiros a las dos bandas, que obligaron a Pliskova desplazarse con sus largas extremidades (1.86 de estatura) , fallando varias veces en el retorno.
Muestra de lo acertado de la estrategia de la alemana es que su rival cometió 47 errores no forzados, por sólo 17 Kerber, lo que en parte compensó la mayor agresividad de Pliskova, que colocó 40 tiros ganadores por 21 la alemana.
La checa fue la única que pudo ganarle un set a Kerber en Flushing Meadows. Sus potentes golpes de fondo tuvieron a la rubia alemana a la carrera por toda la cancha. Cuando el último revés de derecha de Pliskova se fue de largo por el fondo, Kerber se tiró de espaldas en la cancha, y luego subió a las gradas a abrazarse con su entrenador y familiares.
Nervios traicioneros
Los nervios traicionaron por momentos a las dos.
Pliskova, que nunca había ido más allá de la tercera ronda de un Grand Slam en 17 intentos anteriores, cayó presa de su desespero cuando tuvo el partido en sus manos en el tercer set. Kerber perdió el foco en el segundo set cuando sufrió su primer quiebre del partido, luego de ganar con relativa facilidad el primer parcial.
Después de haber salvado un punto de quiebre en el segundo, fue incapaz de frenar el empuje de Pliskova con su servicio y ello le costó entregar el segundo set en 47 minutos. “Era un partido muy tenso. Las dos queríamos ganar”, reconoció la estilizada Pliskova.
La checa, de 24 años, también había superado en octavos a Venus Williams, para convertirse en una de las pocas jugadores del circuito que ha vencido a las dos famosas hermanas en un mismo Grand Slam. “Me enteré de que puedo jugar contra las mejores jugadoras en el mundo en las grandes competencias” ,expresó la checa.
“Todavía estoy feliz con la forma en que jugué éstas últimas tres tres semanas. Con suerte, habrá muchos más finales por venir” , advirtió la checa, en referencia a lo hecho en este US OPen su victoria de hace dos semanas en Cincinnati ante Kerber.