El plan de reforma recibió el 71,43% de los votos de 120 delegados en la asamblea anual de la ITF en Orlando, una amplia mayoría respecto a los dos tercios necesarios para su aprobación.
El presidente de la ITF, David Haggerty, apoyó la reforma propuesta por Kosmos, un grupo liderado por el futbolista del Barcelona Gerard Piqué, que voló desde España para la votación, y que respalda también el multimillonario japonés Hiroshi Mikitani, quien ha prometido aportar 3.000 millones de dólares en 25 años para apoyar el nuevo proyecto.
“La Davis tiene un potencial enorme. Es un día histórico. Estamos convencidos que el acuerdo garantiza su futuro y el desarrollo del tenis a todos los niveles. Teníamos que aupar esta competición otra vez a la cima del tenis mundial. Es lo que esperamos. Ahora toca trabajar y ver que es lo que quieren los jugadores”, declaró un feliz Piqué.
Haggerty calificó el plan de reforma de “clave para garantizar que la ITF y sus países miembros garanticen un futuro brillante para el deporte”. “No hacer nada comporta un riesgo. Me siento muy cómodo en tanto esto no es un riesgo para la Copa Davis. Estamos haciendo lo correcto. No hay ganadores ni perdedores en esto”, subrayó Haggerty.
También respalda la reforma el multimillonario estadounidense Larry Ellison, quien espera que su complejo tenístico en Indian Wells albergue la final de 2021 después de que las primeras dos ediciones se jueguen en Europa. El formato actual de la Copa Davis es una competición de nocaut que se disputa en febrero, julio, septiembre y noviembre, alternando visitas y localías alrededor del mundo, y al mejor de cinco juegos. Muchos de los mejores tenistas han descartado participar en los últimos años para aligerar su cargado calendario.
El plan de reforma tendrá una final en noviembre con 18 equipos: 12 ganadores de eliminatorias de 24 con partidos de local y visitante en febrero, los cuatro semifinalistas del año anterior, y dos países con comodín. Seis ganadores de grupos de tres participantes, además dos subcampeones de las llaves pasarían entonces a disputar rondas eliminatorias de playoffs. Las finales contarán con dos partidos de individuales y un partido de dobles cada jornada, todos reducidos al mejor de tres sets.
Haggerty dijo que el acuerdo proporcionaría alrededor de 25 millones de dólares anuales para que las asociaciones nacionales de tenis inviertan en apoyos de nivel local.
Junto a Estados Unidos, Francia, Italia y España, Argentina figura entre los países a favor de la reforma. Tras aprobarse la votación, la Asociación Argentina de Tenis (AAT) que preside Agustín Calleri explicó en un comunicado que aprobó la propuesta al entender que la Davis necesitaba “un cambio en su formato” con el objetivo de “volver a seducir” a los principales tenistas y “fomentar el crecimiento de los menores y el tenis social”.
Los opositores fueron principalmente Alemania, la asociación de tenis de Gran Bretaña (LTA) y la federación de Australia, con el capitán ’aussie’ de la Copa Davis, Lleyton Hewitt, a la cabeza, calificando la opción reformatoria como “una toma de dinero”, demasiado alejada del formato actual.
“Desafortunadamente, su plan es una receta para la muerte de la Copa Davis, tal y como la conocemos”, consideró a su vez la leyenda australiana John Newcombe.
Además de solicitar mayor claridad sobre asuntos financieros, la LTA expresó su preocupación por la celebración del torneo en noviembre, extendiendo aún más el calendario competitivo tras el final de campaña de la ATP, y reduciendo la postemporada, poniendo en riesgo la asistencia de los mejores jugadores, el apoyo del público y el interés de las televisiones.
“Para nosotros, el resultado es una amarga decepción, que nos deja atónitos”, dijo el presidente de la federación alemana, Ulrich Klaus.
Complicando aún más el panorama, la vuelta de la ’Copa del Mundo’ de la ATP –la World Team Cup– se programó recientemente para enero de 2020 con participación de 24 equipos, premios en metálico y puntos de clasificación a jugarse en Australia antes del Abierto de Australia. Se disputaría así solo seis semanas después de la reformada Copa Davis. El presidente ejecutivo de ATP, Chris Kermode, describió el calendario como “demencial”.