"Ya es parte del pasado. Hice una carrera muy satisfactoria, de la que estoy orgulloso. Pero llegó el momento de pasar a una nueva etapa", dijo Redondo a la prensa. "El que viene será un año de transición. Veré cómo sigo ligado al fútbol, porque es lo que quiero hacer".
Redondo se ganó el apodo de El Príncipe de Madrid durante las temporadas que jugó en el Real Madrid entre 1994 y 2000, donde ganó dos ligas locales, dos ediciones de la Liga de Campeones y una Copa Intercontinental.
El argentino dijo que en su retiro pesó la opinión de su familia. La decisión "no fue de un día para el otro. La maduraba día a día. No estaba convencido en un 100 por ciento de seguir, pero influyó mi familia", declaró Redondo, quien recientemente rechazó una oferta millonaria para jugar en Qatar.
"No quise obligar a mi familia a hacer ese sacrificio. Pude también volver a (otro club importante en) España, pero habiendo estado en Real Madrid no quería vestir otra camiseta", explicó.
Redondo, a quien una lesión en la rodilla derecha lo tuvo a maltraer y recién debutó a un año y medio de llegar al AC Milan de Italia, comenzó su carrera en Argentinos Juniors, cuna del astro Diego Maradona, y su debut profesional se produjo el 29 de septiembre de 1985.
En 1990 emigró a España para jugar en el equipo isleño de Tenerife, donde llegó como jugador libre por un error administrativo de Argentinos Juniors. En 1994 pasó al Real Madrid después de ganar con la selección argentina la Copa Rey Fahd en 1992 y la Copa América de Ecuador en 1993.
GRAN RECONOCIMIENTO
El director deportivo del Real Madrid Emilio Butragueño remarcó lo hecho por el sudamericano en el club merengue. "Fue uno de los mejores jugadores en su posición en los últimos 20 años. Era un ganador", declaró.
El ex director técnico Vicente del Bosque dijo que el argentino fue clave para el resurgimiento del Real Madrid en la segunda mitad de la década de 1990. "Era el jefe", dijo. "Estableció el estilo de juego que caracterizó al Real Madrid en los últimos años".
En la selección de su país jugó en el Mundial de 1994 en Estados Unidos y se negó a integrar los equipos de Daniel Passarella en 1998, por estar en desacuerdo con su posición en la cancha, y Marcelo Bielsa en 2000, a quien le pidió no estar para cumplir con sus compromisos en el Real Madrid.
En 2000 llegó su desafío en el AC Milan, al que pasó por 11,4 millones de dólares poco después que Florentino Pérez asumiera como presidente del Real Madrid. A su llegada al AC Milan los problemas físicos volvieron a acosarlo. Poco después de incorporarse al equipo de la Serie A sufrió una seria lesión de rodilla, y sabiendo que no iba a jugar por mucho tiempo se negó a cobrar el sueldo mientras duró el problema. En el equipo italiano apenas jugó unos de partidos.
