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Víctor Miranda Rojas
Si algo le caracteriza a Luqueño es su juego combativo, el que lo ubica solitariamente al frente de la clasificación, pese a no pasar una noche iluminada. Y se complicó solo, porque la propuesta ofensiva de San Lorenzo fue realmente escasa, jugando como si estuviese en la altura de La Paz, más preocupado en su arco que en el ataque.
Sufrió el líder más de la cuenta, porque teniendo en su poder el balón no supo qué hacer con él, repitiendo las jugadas, sin encontrar variantes, a tal punto que desde el inicio de la complementaria recurrió a los centros sin que existiera un jugador ideal para sacar provecho de la ocasión. Después entró Ferreira, quien hubiese sido más útil con un ingreso tempranero.
Falló el equipo de Raúl Amarilla; tuvo un excesivo respeto hacia el rival, demostrando que con un poco más de decisión hubiese hecho daño, primero porque el cuadro anfitrión se volcaba con desorden hacia el frente, otorgando espacios y cometiendo errores, principalmente el portero Gómez en el fragmento inicial, otorgando rebotes increíbles.
El ‘‘Ancho’’ Ibarra fue preocupación por sus servicios y sus remates, uno de los cuales fue desviado con exigencia por Gómez. También aportó la ‘‘Pesadilla’’ Duarte, defendiendo y atacando, aunque su desgaste le impidió completar el partido.
Llegó el desnivel auriazul por insistencia, por actitud, más que por buen fútbol. Tuvo a cinco jugadores ofensivos y el que transformó en gol un rechazo fue Cohener, con determinación, con fuerza, con furia para desnivelar un juego cerrado.
Y como siempre ocurre, San Lorenzo debió recibir primero la conquista para salir al ataque, aunque sin ideas.
Luqueño pudo zafar de la presión ejercida por Olimpia con su triunfo ante Recoleta, consiguiendo una victoria más que sufrida.
San Lorenzo jugó a no perder, dio ventajas y recibió su castigo. Al entonado Luqueño darle espacios para su recorrido es como brindarle una tarjeta de crédito a una mujer. Tarde o temprano te revienta.
LA NUEVA CLASIFICACION DEL TORNEO
Cumplida parcialmente la sexta fecha, segunda rueda del Clausura, la clasificación se encuentra de la siguiente manera: 1º) Luqueño 26 puntos. 2º) Olimpia 24. 3º) Libertad 22. 4º) 12 de Octubre 20. 5º) Guaraní 19 (1 partido menos). 6º) San Lorenzo 17. 7º) Cerro Porteño 16 (1-). 8º) Recoleta 16. 9º) Sport Colombia 14 (1-). 10º) Sol de América 13 (1-).
* Posible gerenciamiento: El licenciado Ramón González Daher, quien viaja hoy a España con la selección nacional, lleva videos del Sportivo Luqueño de modo a que un grupo empresarial de ese país interesado a ayudar al club, pueda ver la infraestructura, los jugadores, la hinchada y algunos datos de la ciudad.
* Confesiones del ‘‘Ancho’’: Emilio Ibarra declaró ayer a la 9.70 ser amante de las gaseosas y que por su contextura física, engorda con facilidad. El ‘‘Ancho’’ señaló que su plato preferido es la milanesa con ensalada rusa, pero que esta deliciosa combinación no es precisamente el motivo de su sobrepeso. Habría que ver si su consumo es moderado o si le baja tres a cuatro milanesas ‘‘tamaño bafle’’, con una fuente de ensalada.
Si algo le caracteriza a Luqueño es su juego combativo, el que lo ubica solitariamente al frente de la clasificación, pese a no pasar una noche iluminada. Y se complicó solo, porque la propuesta ofensiva de San Lorenzo fue realmente escasa, jugando como si estuviese en la altura de La Paz, más preocupado en su arco que en el ataque.
Sufrió el líder más de la cuenta, porque teniendo en su poder el balón no supo qué hacer con él, repitiendo las jugadas, sin encontrar variantes, a tal punto que desde el inicio de la complementaria recurrió a los centros sin que existiera un jugador ideal para sacar provecho de la ocasión. Después entró Ferreira, quien hubiese sido más útil con un ingreso tempranero.
Falló el equipo de Raúl Amarilla; tuvo un excesivo respeto hacia el rival, demostrando que con un poco más de decisión hubiese hecho daño, primero porque el cuadro anfitrión se volcaba con desorden hacia el frente, otorgando espacios y cometiendo errores, principalmente el portero Gómez en el fragmento inicial, otorgando rebotes increíbles.
El ‘‘Ancho’’ Ibarra fue preocupación por sus servicios y sus remates, uno de los cuales fue desviado con exigencia por Gómez. También aportó la ‘‘Pesadilla’’ Duarte, defendiendo y atacando, aunque su desgaste le impidió completar el partido.
Llegó el desnivel auriazul por insistencia, por actitud, más que por buen fútbol. Tuvo a cinco jugadores ofensivos y el que transformó en gol un rechazo fue Cohener, con determinación, con fuerza, con furia para desnivelar un juego cerrado.
Y como siempre ocurre, San Lorenzo debió recibir primero la conquista para salir al ataque, aunque sin ideas.
Luqueño pudo zafar de la presión ejercida por Olimpia con su triunfo ante Recoleta, consiguiendo una victoria más que sufrida.
San Lorenzo jugó a no perder, dio ventajas y recibió su castigo. Al entonado Luqueño darle espacios para su recorrido es como brindarle una tarjeta de crédito a una mujer. Tarde o temprano te revienta.
LA NUEVA CLASIFICACION DEL TORNEO
Cumplida parcialmente la sexta fecha, segunda rueda del Clausura, la clasificación se encuentra de la siguiente manera: 1º) Luqueño 26 puntos. 2º) Olimpia 24. 3º) Libertad 22. 4º) 12 de Octubre 20. 5º) Guaraní 19 (1 partido menos). 6º) San Lorenzo 17. 7º) Cerro Porteño 16 (1-). 8º) Recoleta 16. 9º) Sport Colombia 14 (1-). 10º) Sol de América 13 (1-).
* Posible gerenciamiento: El licenciado Ramón González Daher, quien viaja hoy a España con la selección nacional, lleva videos del Sportivo Luqueño de modo a que un grupo empresarial de ese país interesado a ayudar al club, pueda ver la infraestructura, los jugadores, la hinchada y algunos datos de la ciudad.
* Confesiones del ‘‘Ancho’’: Emilio Ibarra declaró ayer a la 9.70 ser amante de las gaseosas y que por su contextura física, engorda con facilidad. El ‘‘Ancho’’ señaló que su plato preferido es la milanesa con ensalada rusa, pero que esta deliciosa combinación no es precisamente el motivo de su sobrepeso. Habría que ver si su consumo es moderado o si le baja tres a cuatro milanesas ‘‘tamaño bafle’’, con una fuente de ensalada.