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El aurinegro iniciaba el partido en busca de un triunfo para acomodarse mejor en el grupo y para terminar con una sequía de 11 años sin triunfos en la Copa Libertadores.
Fernando Jubero dejó en el banco a Fernando Fernández para poner una línea de tres en defensa con Rubén Maldonado, Julio Cáceres y Luis Cabral, con Federico Santander, solo, en punta.
Guaraní fue el que manejó la pelota desde el principio, es que el mandamiento de la noche era ganar, nada más importaba en el Defensores. A los 2 minutos, Santander cayó en el área, los aurinegros reclamaron penal pero el árbitro dijo que no pasó nada.
Después se vinieron dos intentos de Marcelo Palau que pasaron por encima del travesaño. Táchira no podía encontrar el balón, pero a Santander parecía faltarle compañía en ataque, hasta que a los 9 minutos, Filippini le dio un pase largo a Julián Benítez que entró al área, lo vio venir a Ocampo y le puso muy bien la pelota para que el mediocampista anote el primero.
Lo que no tenía que hacer comenzó a hacerlo después del gol, bajo un poco la intensidad y los venezolanos comenzaron a tener el balón. Remataban de afuera y en una de esas, González se llevó el balón por la izquierda, ingresó al medio y sacó un remate imposible para Aguilar, era el empate.
Ese gol no le vino bien a Guaraní, Táchira se animó y lo complicó en defensa, una línea de tres que mostraba falencias. Le resultó complicado llegar a Guaraní. Después de los 25 minutos, los aurinegros empezaron a tener llegadas de nuevo, primero a través de pelota parada y después con jugadas por la derecha donde los protagonistas eran Benítez y Filippini.
En seis minutos, Guaraní marcó tres goles, fue una ráfaga del cuadro aurinegro. A los 34 minutos, de nuevo la fórmula fue el ataque por derecha, esta vez Benítez para Filippini y este envío el balón al medio por donde ingresaba Jorge Mendoza que con un gran remate marcó el segundo.
A los 38 minutos fue penal contra Santander. El delantero le pidió a Cáceres para ejecutar y anotó el tercero. Cuando los aurinegros seguían festejando el tercero, Santander recuperó la pelota ante las dudas de la defensa del Táchira, habilitó a Julián Benítez que tras una buena jugada, remató cruzado y anotó el cuarto.
Era una fiesta de los aborigenes, pudo llegar el quinto en otro ataque pero así se fue la primera etapa.
Cuando pensábamos que Guaraní continuaría de la misma forma, bajó la intensidad y en una jugada de pelota parada descontó Táchira. Fue a los 48 minutos con un golpe de cabeza de López.
Otra vez a sufrir para Guaraní, es que en los minutos siguientes el Táchira parecía recuperar su fútbol, el de hacer circular la pelota a un toque para tratar de romper la defensa de Guaraní. Tuvo otro tiro libre que complicó.
Pero a los 60 minutos, Agnel Flores, que había ingresado al iniciar la segunda etapa, le dio un codazo a Santander cerca del árbitro que no dudó para sacarle la roja. Táchira se quedaba con diez y Guaraní con la gran posibilidad de poner el quinto y más si quería.
Jubero lo puso a Iván González en reemplazo de Darío Ocampo. Guaraní, con espacios, llegaba casi siempre con peligro. González Ferreira tuvo una gran ocasión pero cuando remató al arco, se interpuso un defensor venezolano para enviar el balón al córner.
Julián Benítez también pudo marcar cuando Santander le bajó el balón y el ex Nacional remató muy mal. A pesar de estar con uno menos, el Táchira se arregló para volver a crear una jugada clara de gol que para suerte de Guaraní fue desperdiciada por Rivas.
A los 81 minutos, el árbitro expulsó a Tomás Bartomeus. El aurinegro paraguayo también quedaba con diez para los últimos minutos del juego. Un minuto después, Aguilar salvó de la tercera caída a su arco. Gelmin Rivas remató y el golero aurinegro desvío el balón de buena forma.
César González mostró su buena pegada en un tiro libre cerca del área. Luis Cabral pudo rechazar la pelota cuando parecía que el gol se venía. A los 87 minutos llegó la tranquilidad para Guaraní. Fue en una jugada por derecha, de la Cruz le dio el balón a Fernando Fernández. Este dejó a dos venezolanos y colocó el balón en una esquina, lejos de Liebeskind para marcar el quinto.
Fue victoria para Guaraní que sirve para seguir vivo en el grupo y para volver a ganar un partido en la Copa Libertadores de América, 11 años después.