Un dulce sufrimiento

Cerro Porteño se clasificó a los octavos de final de la Copa Libertadores de América tras superar por 1-0 a Independiente Santa Fe. La victoria fue sufrida por cómo se produjo y dulce por lo que significa acceder a la siguiente ronda del torneo.

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Cerro Porteño, que hipotecó su clasificación a los octavos de la Copa Libertadores la fecha pasada con la derrota ante Cobresal, recibió al Independiente de Santa Fe con la obligación de ganar y de hacer olvidar la mala semana que vivió: salida del entrenador César Farías, derrota en el debut de Gustavo Morínigo.

Con estos condimentos, el onceno azulgrana saltó al campo de juego con ambición, presión y actitud. El cuadro colombiano estuvo encerrado en su terreno y cometió varios errores. Los dirigidos por Morínigo manejaron la pelota y buscaron los espacios.

El sector medio mordió cada pelota, el equipo se llenó de paciencia y Junior Alonso avisó con un tiro a los 11’ que fue desviado por Robinson Zapata. Del tiro de esquina, Bruno Valdez marcó pero en posición adelantada y el gol no subió al marcador.

Leyvin Balanta fue expulsado a los 18’ por doble amonestación, en ambas fue por parar con falta a Carlos Bonet. El Independiente Santa Fe dividió mucho la pelota, ordenó sus líneas por estar en inferioridad numérica.

El gol llegó de la manera menos pensada. Alonso se encontró con una pelota hacía el banderín del córner, se acercó al área grande para tirar el centro y el balón se le metió al cancerbero colombiano a los 33’.

Como el resultado eliminaba al cuadro cafetero, este salió un poco más y tuvo un par de tiros lejanos que no inquietaron a Antony Silva. Pese a estar con un hombre más, el Ciclón no logró ampliar la ventaja en los primeros 45 minutos ni fue un equipo muy superior.

En el segundo tiempo, Cerro Porteño siguió controlando la pelota. Tras un disparo de Luis Leal, Zapata cedió el rebote y a metros de la línea de sentencia, Jonathan Santana se perdió el tanto de la tranquilidad a los 56’.

La clasificación se comenzó a respirar a los 59’ con la roja directa para Yerry Mina. No obstante, con nueve hombres el equipo visitante complicó más al onceno de Barrio Obrero. Silva tapó dos acciones claras y Bonet despejó un balón sobre la línea de sentencia.

Durante los momentos de dominio colombiano, Cerro Porteño desperdició contragolpes por falta de precisión o por una mejor decisión. Víctor Hugo Mareco jugó sentido los últimos minutos ya que el DT quemó los tres cambios posibles.

En los minutos finales el Ciclón intentó enfriar el partido y el cuadro colombiano buscó el gol del empate como pudo de manera desesperada. El segundo gol no llegó pero sí el pitazo final del Heber Lopes que coloca a Cerro Porteño, de forma sufrida, entre los 16 mejores del certamen. Con el dulce sabor a la clasificación, el Ciclón espera rival internacional y en el torneo local tendrá que verse con Olimpia.

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