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Es casi una “obligación” que los directivos que ofician de locales promuevan un almuerzo o una cena para los visitantes y después se dará la reciprocidad. Una prueba de lo mal que pasaron los luqueños por la medida “argel” de los del Atlético es que el presidente del club auriazul, Santiago Adrián Villagra, decidió no asistir.
Como si fuese el Wembley, prohibieron el ingreso al campo con botines y tampoco permitían el “peloteo” para el reconocimiento. Entonces, la comitiva luqueña decidió cancelar el reconocimiento y entrenar con absoluta libertad en el estadio Couto Pereira del Coritiba. Pero como la mesa estaba servida, había que asistir y fueron, entre otros, el vicepresidente Walter Gustavo Benítez, el extitular Fernando González Karjallo, los directivos Jorge Vera y Celso Cáceres, para el intercambio de camisetas, obsequios y demás. Parecía todo cordial, pero el mal rato ya se había pasado.
Todo por igual en el trato. En el “Feliciano Cáceres” solo un ratito el próximo martes y si desean una extensión, será en el Sport Primavera. La comida para los directivos, en Asunción, para cumplir nada más. El partido de esta noche, marcado para las 19:00 de nuestro país y correspondiente a los cuartos de final de la Copa Sudamericana, será “a cara de perro”.