Un Ciclón arrasador

Cerro Porteño derrotó con claridad 3-1 a Lanús. El Azulgrana hizo gala de su mote de “Ciclón” durante varios pasajes del encuentro para golpear en el momento justo y dejar los puntos ante el siempre complicado equipo granate.

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Las fuertes inclemencias climáticas que se tuvieron durante buena parte del día fueron menguando en horas de la tarde, aunque algunos amenazantes nubarrones se seguían levantando sobre Barrio Obrero. 

Una pertinaz llovizna caía a poco del inicio del encuentro, sin embargo el público azulgrana se hizo sentir en gran cantidad en La Olla para alentar a su equipo. Poco importaba el fresco que por momentos calaba hondo porque el calor del fútbol animaba a los hinchas. 

Cerro Porteño recibía a Lanús en una dura prueba por la segunda fecha del Grupo 3 de la Copa Libertadores.

La misión era clara: sumar de a tres. No había otra alternativa si se quería evitar que las posibilidades de un clasificación a los octavos comenzara a parecer cada vez más lejana. 

Francisco “Chiqui” Arce era consciente de ello y consecuentemente decidió jugarse con la alineación ordenando el ingreso desde el vamos del español Daniel Güiza en compañía de Ángel Romero como dupla ofensiva. 

El Ciclón demostró su intención de dejar los tres puntos en casa apenas se puso en marcha el encuentro. Los paraguayos comenzaron con una presión constante sobre el rival que les permitió generar sensaciones de gol desde temprano. 

Habían pasado apenas cinco minutos de juego cuando se tuvo la primera jugada de peligro sobre el arco argentino. Óscar Romero se animó y probó con un potente remate. Agustín Marchesín respondió de gran manera para evitar la llegada del primer gol cerrista. 

Poco tiempo después, el otro Romero, Ángel, tuvo el gol sus pies cuando definió de primera. Marchesín terminó en el piso pero el balón, caprichoso como él solo, se estrelló contra el travesaño del arco argentino.

Lanús esperaba. El cuadro argentino no parecía estar demasiado apurado y permanecía a la expectativa desde el mediocampo. Eso sí, cada vez que conseguía robar el balón, no necesitaba de mucho trámite para terminar llegando al arco protegido por Roberto Fernández. 

El arquero cerrista no tuvo demasiados problemas durante buena parte del primer tiempo para diluir los intentos de la visita. 

La suerte no acompañaba mucho a los hombres de Cerro Porteño a la hora de la definición. Ángel Romero y Dani Güiza tuvieron varias chances en las que los hinchas ya preparaban la garganta para liberar el grito de gol. 

Sin embargo, las buenas actuaciones de Marchesín y la falta de puntería de ambos evitó que la fiesta se desatara. 

Sobre el cierre de la primera etapa, Ángel extendió su pierna ante la salida del arquero rival. El árbitro entendió que había cometido falta. Ante esta situación, el delantero protestó airadamente lo que le terminó valiendo la amarilla. 

El joven delantero se mostraba muy nervioso y tendía a reaccionar y reclamar ante cualquier acción rival. 

La primera etapa llegó a su final con el marcador en blanco pero con una sensación de injusticia pues el Ciclón se merecía ya estar arriba por lo menos por un gol de diferencia. 

En la complementaria, el Ciclón arrancó imprimiendo el mismo ritmo vertiginoso de los primeros 45 minutos. Pero esta vez con mayor suerte. 

Pasaron apenas 15 segundos desde que el balón comenzó a rodar cuando Dani Güiza recibió un balón y evadió la marca para terminar rematando fuerte con la derecha. El “Gitano” consiguió por fin romper la resistencia argentina y abrir el marcador. 

Llegaba el 1-0. El grito de gol se elevó desde La Olla para retumbar con fuerza. 

Cerro parecía una locomotora durante los momentos iniciales. El Ciclón no sacaba el pie del acelerador y seguía presionando al “Grana”. 

El equipo argentino había quedado aturdido luego del primer golpe y el Ciclón quería aprovecharlo. 

Cuatro minutos después del gol que abrió el marcador, llegó un centro al área argentina donde Julio Dos Santos conectó el balón para con un sutil toque con el pie derecho enviarlo al fondo de las redes. 

Se ponía 2-0 a favor del Ciclón. Lanús estaba al borde del KO. 

El cronómetro indicaba que se había llegado al minuto 54 de juego cuando Danilo Ortíz recibió una falta en el área. El árbitro del encuentro no dudó para cobrar un tiro penal a favor de los locales. 

Como es habitual, Julio Dos Santos se encargó de la definición desde los 12 pasos. El 10 azulgrana mostró una vez más ser dueño de unos nervios de acero para rematar cruzado. Marchesín se tiró bien pero no alcanzó a desviar el balón. 

Era 3-0. La fiesta en las gradas del Gral. Pablo Rojas era total. 

Lanús salió a buscar enseguida un gol que le valiera para acortar un poco la diferencia. Y lo consiguió tres minutos después gracias a un potente remate de Jorge Pereyra Díaz. El marcador ahora indicaba 3-1.

El trámite no debería complicarse demasiado para el Ciclón. Sin embargo, en el minuto 66, Ángel Romero se encargó de que la historia fuera diferente. Es que el delantero cometió una dura falta sobre un jugador rival. 

La situación le valió la segunda amarilla, dejando a su equipo con un hombre menos. 

Desde ese momento, el equipo paraguayo se tiró atrás a defender con todo lo que tenía al alcance para evitar un nuevo gol. Durante varios minutos vivió momentos de tensión frente a su arco. 

Pero llegó el final del encuentro. Con el pitazo final se desató la alegría azulgrana. 

Cerro Porteño se impuso con claridad a Lanús. El azulgrana hizo justicia al mote de Ciclón durante varios pasajes del encuentro para terminar dejando los puntos ante un complicado rival.  

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