El lateral izquierdo internacional con Brasil, de 29 años, fue detenido el pasado 17 de agosto cerca del campo de entrenamiento del club londinense, en Hertfordshire, después de que Santos no hiciese caso a la policía para que detuviese su deportivo, un Maserati.
El tribunal londinense que juzgó el caso de Santos le sancionó también con una multa de 3.600 libras esterlinas (unos 5.800 dólares) por las costas del juicio.
El jugador se excusó por lo sucedido. “Mi música estaba muy fuerte y no presté atención”, trató de disculparse.