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Samaniego había quedado marginado totalmente del arbitraje profesional desde aquel penal mal cobrado entre Tacuary y Olimpia, a favor del Decano en el Roberto Bettega, en el 2011. Ese año, el equipo dirigido por Gerardo Pelusso se coronó campeón y el club de Barrio Jara era el penúltimo rival en el calendario. El juez principal sancionó una falta correcta, pero totalmente desubicada, pues la infracción había ocurrido en la media luna del equipo dirigido en ese momento por Francisco Ocampo.
Luego de cuatro largos años, Arnaldo Samaniego volvió a ser designado para un juego de Primera y no cualquiera, pues tendrá a su cargo el juego más resaltante de la fecha 14 entre Cerro Porteño y Sportivo Luqueño. El árbitro se mostró muy emocionado por su vuelta y confesó que la noticia le llegó de sorpresa, pues no sabía que estaba en la terna para dirigir un juego tan importante. “Estoy muy emocionado, feliz y contento. La familia fue importante para mí, gracias a eso pude soportar muchas cosas, todo ya está olvidado gracias a ellos. Ahora estamos preparados y concentrados para mañana”, señaló a la 970 AM el juez.
Samaniego reconoció que le afectaron muchas cosas que se dijeron de él en su momento, pero aclaró que ahora está renovado y preparado para resurgir. Eso sí, advirtió que no tendrá compasión en la cancha y lo que no quieran jugar, se irán del campo de juego. “Me dolieron muchas cosas, se inventaron cosas, pero soy consciente que nuestro trabajo es así estamos expuestos a todo, estoy preparado para todo. A mí nadie me perdonó nada y yo no le voy a perdonar nada a nadie y el que no quiera jugar se va a ir afuera”, aseguró.
Arnaldo Samaniego será el juez del duelo entre Cerro Porteño y Sportivo Luqueño, que está marcado para mañana a las 18:00 en el estadio Defensores del Chaco.