Los goles de los ’millonarios’ fueron marcados por Sebastián Driussi (3) y Lucas Alario (51). Marcó el descuento el defensor Horacio Salaberry (65). En el partido de ida habían igualado 0-0 en el estadio El Campín de Bogotá.
River tiró la casa por la ventana para festejar, con fuegos artificiales y gigantescas cintas rojiblancas que cubrieron las tribunas del estadio Monumental, donde unos 62.000 aficionados cantaron y saltaron con frenesí. Los jugadores dieron la vuelta olímpica trepados a un carro de bomberos.
Es la quinta copa internacional obtenida bajo la dirección técnica de Marcelo Gallardo, tras la Recopa-2015, la Sudamericana-2014, la Libertadores-2015 y la Suruga Bank.
El ’cardenal’ colombiano había logrado el derecho a disputar la Recopa este año tras adueñarse de la Sudamericana-2015.
“Ganamos por tener actitud y jugar muy bien en el primer tiempo. Por los centros de Santa Fe terminamos sufriendo”, dijo Gallardo.
Golpe prematuro
Quien pega primero, pega dos veces, enseña el refrán. Los ’millonarios’ lo demostraron en el minuto 3. Estaban ejerciendo una presión muy fuerte del arranque y demolieron la sólida estructura defensiva que había montado el DT argentino del equipo ’cardenal’, Gustavo Costas.
El artífice fue el volante Gonzalo ’Pity’ Martínez. Volcado sobre la raya en el flanco izquierdo del ataque, le amagó al lateral Carlos Arboleda y lo gambeteó. Sin demora, lanzó uno de esos centros que lastiman de verdad, rasante y al corazón del área chica.
En veloz arremetida llegaba Driussi. Con el botín derecho y sentido de la oportunidad se anticipó el delantero a los defensores centrales y la empujó al fondo del arco. Si algo necesitaba River para controlar más sereno el juego era un gol tan tempranero.
“Es una gran alegría, fuimos mejores” , dijo el atacante.
River cumplió con disciplina el plan ideado por Gallardo de ahogar la salida de la escuadra colombiana. La línea media formada por Martínez, Leo Ponzio e Ignacio Fernández se paró unos metros adelantada, cerca de la media luna colombiana.
Otra puñalada
El bloque de mediocampistas del equipo de la banda roja era la plataforma de lanzamiento de recuperación de la pelota y rápido contragolpe. En fugaces relámpagos colaboraba Andrés D’Alessandro con su criterioso manejo del balón. Santa Fe no llegó a hacer agua porque Horacio Salaberry, William Tesillo y Dayron Mosquera supieron desbaratar la mayoría de los avances argentinos.
La doble línea de cuatro del ’león’ colombiano, reforzada con Jonathan Gómez, impidió un naufragio general. Arriba, solitario, luchando sin cuartel con la marca del ecuatoriano Arturo Mina, se debatió con valentía Humberto Osorio.
Osorio lucía demasiado aislado. Independiente intentó armar algún simulacro de juego asociado con Juan Roa y el líder del equipo, Omar Pérez. Roa fue el más lúcido, pero estaba demasiado lejos del arco defendido por Augusto Batalla. Pérez fue reemplazado por una estrella naciente, Kevin Salazar, más activo.
En el momento en que el ’cardenal’ se adelantaba en el campo, la premisa de pegar primero volvió a funcionar, a los 6 minutos del complemento. Pareció ser el tiro de gracia. D’Alessandro mandó un centro preciso a la cabeza de Jonatan Maidana. El defensa ganó la posición al saltar y dejó la pelota servida en bandeja para el golpe de cabeza goleador de Alario.
“Se complicó pero lo supimos ganar”, declaró el artillero.
Pero aún había un tiempo de incógnita. Sorpresivamente, otro doble cabezazo, en el área de River, terminó en el fondo del arco. Lo definió a quemarropa con la cabeza Salaberry. Y de nuevo el defensa apareció dentro del área y se perdió el empate sobre la hora al rematar alto.