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General Díaz recibía en el Defensores del Chaco a un alicaído Cerro Porteño. Las “Águilas” de Luque llegaban luego de haber cedido el fin de semana anterior la punta -que había mantenido de manera solitaria durante varias fechas- ante Nacional.
El Ciclón llegaba golpeado luego de su reciente eliminación tempranera de la Copa Libertadores. En las gradas, la mala situación por la que venía atravesando el equipo azulgrana era evidente, pues no se tenía el marco habitual que presentan sus partidos.
Ambos equipos llegaron a Sajonia con claras intenciones de quedarse con los tres puntos, por lo que se presagiaba un partido atrayente.
Desde que comenzó a rodar el balón, los dos rivales se dieron a la búsqueda incesante del arco rival con la intención de ponerse al frente en el marcador.
Fue el equipo luqueño el que tuvo la oportunidad más clara de abrir el marcador. Cuando corrían 19 minutos de juego, el árbitro del encuentro pitó penal a favor de General Díaz tras una falta de Junior Alonso -quien acababa de ingresar en sustitución del lesionado Víctor Hugo Mareco-.
Marco Prieto se encagó de la definición desde los doce pasos. El delantero de General Díaz pateó fuerte, pero muy arriba y el balón se perdió afuera. La paridad seguía firme en el marcador.
Siguiendo el viejo axioma futbolístico de “Si no la haces, te la hacen”, General Díaz sería el primero en ver como caía su arco.
En el minuto 31, Jonathan Fabbro cedió un gran pase a Santiago Salcedo que definió ante la salida de Arístides Florentín. El balón se estrelló contra el cuerpo del arquero luqueño, en un intento desesperado por despejar el riesgo, Dionisio Mereles no pudo rechazar la pelota y la dejó en los pies de Ángel Romero.
El juvenil jugador cerrista no dudó y pateó al arco para poner el 1-0. La ansiada recuperación en el campeonato parecía comenzar a darse.
Un minuto después, otro “hijo” de la casa, el debutante Jorge Balbuena estuvo a punto de marcar el segundo gol cerrista. Luego de ganar el costado derecho, levantó la cabeza y remató. El balón pasó cerca del arco rival.
El Águila no estaba dispuesta a ceder la derrota tan fácilmente y comenzó a revelarse. En el minuto 34, el debutante José Svarcas, de gran partido, probó desde media distancia pero encontró bien parado en su arco a Diego Barreto.
Minutos más tarde, Marco Prieto se reivindicaría y se encargaría de marcar el empate para los luqueños.
Mientras seguían festejando, General Díaz consiguió llegar una vez más. Svarcas ganó el costado izquierdo y envió un centro al área donde Antonio Bareiro cabeceó con fuerza. El balón pegó en el poste izquierdo de Barreto.
La jugada no terminó, pues el balón siguió en dominio luqueño. Un nuevo centro llegó, el esférico volvió a quedar en los pies de Bareiro mientras el fondo azulgrana quedaba pidiendo fuera de juego.
El mismo jugador dudó, miró a un costado buscando el banderín levantado, pero al percatarse que estaba habilitado definió con tranquilidad y ponía el 2-1. El Águila daba la vuelta y parecía presta a dar un golpe más a otro de los grandes.
Como si las cosas ya no fueran bastante malas para los azulgranas, Diego Barreto quedó tirado en el piso muy sentido y tuvo que ser retirado del campo de juego.
En tiempo de adición, Salcedo desperdició una clara chance de emparejar el marcador.
Durante la complementaria, ambos equipos siguieron generando varias chances de volver a marcar pero no fue sino durante los últimos 15 minutos cuando se volvieron a sentir nuevas emociones.
Como ya había ocurrido en la primera etapa, luego un mal despeje, Romero volvió a quedarse con el balón en los pies y remató al arco para poner el 2-2.
En el minuto 86, Rodrigo López cayó en el área y el árbitro cobró penal a favor del Ciclón.
Jonathan Fabbro, una de las figuras más criticadas por los hinchas azulgranas en los últimos partidos, se encargó de patear. El 17 cerrista no falló y se encargó de poner el 3-2.
Cerro Porteño se reencontró con la victoria después de más de un mes y piensa en la posibilidad de levantar cabeza para intentar pelear por el Torneo Apertura.