El puerto paulista de Santos, el mayor de Brasil y distante unos 80 kilómetros de Sao Paulo, no podría dejar pasar de largo el cumpleaños número 75 del deportista más insigne de Brasil, puesto que allí forjó una carrera que rápidamente se convirtió en leyenda.
A pesar de que Pelé decidió festejar su cumpleaños en la intimidad con su familia en una hacienda en el interior de Sao Paulo para alejarse del acoso de la prensa y de admiradores, Santos, esa cuna que lo vio nacer futbolísticamente cuando tenía sólo 16 años, no olvidó la fecha y recordó a su siempre “rey”.
El Museo Pelé, en el centro de Santos y erguido hace un año y medio en una centenaria edificación de cuatro pisos, programó para este viernes una serie de actividades con las escuelas de la ciudad.
“Pelé fue el que comenzó con toda esta gloria del fútbol brasileño, que se extendió por muchos años, él es el patriarca de todas las generaciones que le siguieron y mantienen viva su leyenda, como Neymar, que también surgió para el fútbol mundial aquí en Santos”, dijo a Efe Juliano Correia, de catorce años.
El estudiante y sus compañeros de colegio tuvieron hoy una jornada especial en la que la mayor parte de las escuelas de la ciudad visitaron el Museo Pelé y recorrieron el centro histórico en el tranvía turístico especialmente decorado en homenaje a 'O Rei'.
El ídolo, nacido en el seno de una familia humilde el 23 de octubre de 1940 en Tres Corações, Minas Gerais, dedicó a los niños del país su gol número 1.000 anotado en 1969.
Fue de niño, a los diez años, cuando Pelé le prometió a su padre, el exfutbolista Dondinho, que ganaría para él y para Brasil la primera Copa del Mundo tras la decepción de su primogénito y de todo un país por la derrota por 1-2 en la final del Mundial de 1950 ante Uruguay en el episodio conocido como el 'Maracanazo'.
'O Rei' era menor de edad cuando comenzó a jugar en el Santos y en la selección brasileña, con la que ganó a los 17 años el primer título para Brasil en el Mundial de Suecia 58, justo como le había prometido a su papá.
“Es una leyenda viva y eso es lo que más gusto da, son 75 años y es un homenaje en vida, no posvida, porque él todavía está presente entre nosotros. No es un personaje que ya partió, es un personaje que está vivo”, comentó a Efe el profesor Emmanuel Bento, de la escuela municipal Monte Cabral.
Bento señaló que las clases de historia que se imparten en las escuelas de Santos incluyen el capítulo de Pelé al lado de otros grandes personajes de la humanidad, como Napoleón Bonaparte o Albert Einstein.
La gerente del Museo Pelé, Marisa Emidio, destacó que son “75 años de una persona que lleva el nombre de Brasil por todo el mundo y hablar de Pelé es asociarlo al nombre de Santos, del club y de la sociedad. Por eso fue que Pelé decidió hacer su museo aquí, por gratitud, porque él es amado en todos los rincones del mundo”.
Para Emidio, el legado de Pelé para nuevos astros como Neymar, es que a pesar de estar ambos en épocas diferentes y de 'O Rei' no haber tenido el apoyo externo profesional y tecnológico de los ídolos de hoy, su “ejemplo de profesionalismo y como persona es eterno”.
En sus 16 meses de funcionamiento, el Museo Pelé, que alberga 164 de las 2.500 piezas del acervo personal de 'O Rei', ha recibido 140.000 visitantes, un 30 % de ellos extranjeros que se han desplazado hasta Santos o desembarcado en cruceros sólo para tener un contacto directo con la historia de Pelé.
La radio en la que el niño Pelé escuchaba con su padre las transmisiones del Mundial de Brasil 50, la caja de limpiabotas con la que ayudaba económicamente a su familia antes de convertirse en futbolista y la estatua de cera a escala, apuntó Emidio, son las piezas que “más despiertan emociones” en los visitantes.