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Fabián Balbuena no formó parte de la alineación titular que paró Nacional en el estadio Centenario en el juego de vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores ante Defensor Sporting; pero cuando las cosas comenzaron a complicarse para el Tricolor, Gustavo Morínigo decidió ordenar su ingreso.
Y Balbuena respondió.
El defensor central se convirtió en una muralla casi impenetrable en la zaga tricolor, para alegría paraguaya y sufrmiento charrúa. “Este grupo se merecía por el esfuerzo que se venía haciendo, desde el inicio de este torneo no fue fácil”, afirmó Balbuena luego de finalizado el encuentro.
“Mucha garra, mucha entrega, mucho sacrificio”, fueron las claves desde el punto de vista del defensor.
“Esto le dedicamos no solo a los hinchas de Nacional sino a todo el Paraguay que siempre nos estuvo acompañando”, sentenció.