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Con la obligación de ganar para seguir con vida en la Copa Libertadores, Olimpia recibió este jueves al Emelec, equipo con el que había empatado en el juego de ida. La goleada conseguida en el último partido a nivel local también alimentó la ilusión decana.
El partido fue movido, ambos buscaron el arco rival pero los ataques ecuatorianos llevaron mayor peligro. El conjunto dueño de casa sufrió bastante por su sector derecho; la falta de precisión también complicó.
Julián Benítez arrancó con ganas y fue un problema para la defensa rival. El Decano contó con un par de jugadas de pelota quieta, mas no las supo aprovechar. Diego Barreto evitó de gran manera el gol de Ángel Mena a los 18’.
Aunque nada pudo hacer un minuto después contra el remate de Cristian Guanca. El ariete, con su gol, premió la magnífica acción que entre sus compañeros gestaron. A Olimpia le costó reaccionar, adelantó sus líneas y ofreció espacios en el fondo. Mena perdonó el segundo a los 25’.
Con mucho corazón, el elenco franjeado llegó al tanto de la paridad. Cristian Riveros conectó de cabeza dentro del área y su tiro venció la resistencia de Esteban Dreer. Tras una de las tantas llegadas de Emelec por la zona derecha del cuadro de Para Uno, Denis Stracqualursi frentazo pasó cerca de la portería rival.
Para el segundo tiempo, Miguel Paniagua se retiró y permitió el ingreso de Luis Caballero. Las cosas mejoraron para el onceno de Fernando Jubero, Olimpia se creció y a Fredy Bareiro lo derribaron en el área a los 53’. El árbitro Darío Herrera pitó el penal.
De la ejecución se encargó Alejandro Silva. El uruguayo, con bastante tranquilidad, envió el balón hacia la derecha de Dreer a los 54’ y puso el 2-1 a favor del conjunto paraguayo. Emelec intentó responder al buen juego decano.
Marcos Mondaini tuvo la paridad, Barreto se la impidió. No obstante, Pedro Quiñonez sí pudo vencer al cancerbero paraguayo a los 70’, luego de un tiro de esquina. El cotejo ganó en emociones tras el 2-2.
Un pelotazo largo de Barreto significó el tercer tanto franjeado. Silva asistió a Bareiro, quien de volea sacó el bombazo que antes de ingresar al arco impactó en el travesaño a los 73’. El compromiso se abrió. Luis Caballero desperdició el cuarto gol y Javier Charcopa, el empate. Pero Caballero ya no perdonó a los 91’. El delantero eludió a Dreer y con el arco en blanco liquidó el partido para la alegría decana.
Olimpia logró un triunfo lleno de vida para poder ilusionarse con la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores. Ahora llega a cuatro unidades y su siguiente final será ante Pumas, el 6 de abril, en México.