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Luego de una semana del cierre del último combo del año, el seleccionador Francisco Arce concedió una entrevista al Cardinal Deportivo y habló acerca de varios puntos. El Chiqui analizó los dos últimos partidos, que fueron derrotas paraguayas, y señaló que sintió “mucha pena”.
Antes del cotejo con Perú, “en el ambiente había una posibilidad para poder ganar. Cometimos todos lo errores posibles en un partido. Comenzamos convirtiendo, luego ellos fueron mejores. Conseguimos ajustar algunas cosas para el segundo partido, pero fue una pena grande no poder tener el resultado esperado”, contó.
El estratega apuntó que “prácticamente no trabajamos en la cancha. Lo hicimos muy poco”. Mencionó que algunos llegaron muy desgastados, el clima lluvioso de esos días no ayudó y “nos dimos cuenta que en la evaluación había un cansancio importante. Por eso redujimos las cargas para tratar de llegar bien ante Perú”.
Paraguay se encuentra en la séptima posición de la tabla, con 15 unidades, a cuatro puntos de la zona de repechaje. El técnico no se ve sin chances de clasificar. “No creo eso. Confiamos que vamos a dar pelea hasta el final. La dificultad ahora es mayor por no haber confirmado los partidos en casa. No estuvimos a la altura, los mejores partidos los hicimos afuera. Es clave el combo de marzo, necesitamos, como mínimo, cuatro puntos (...). Tenemos que sumar los puntos, si no, nos quedamos afuera”, detalló.
“Seguimos confiando, por más que parezca difícil, tenemos que seguir luchando. Ahora tenemos tiempo para hacer cosas fuera de las canchas, cosas que no pudimos hacer por la seguidilla de partidos”, añadió.
Arce subrayó la importancia de los históricos en esta selección que cuenta con muchos jugadores jóvenes. “Ellos son vitales, muy útiles, van quedando pocos, mantienen su rendimiento en la cancha. Nos dimos cuenta de que los chicos tienen poco tiempo en la selección y los necesitan”, aseveró.
La función de los experimentados es clave para “acelerar ese proceso”. “Esta gente que tiene 21, 22, 23 años, no es que teman o no sepan cómo hacerlo. Sí hay que ajustar el hecho de ser estables, que al jugar aquí puedan controlar el ambiente. No es que no tengan carácter. Tienen carácter. Hay que saber canalizar eso para ser fuertes, seguros, que no nos conviertan fácilmente, que no nos apresuremos, que no tengamos falta de atención. Para esto son importantes los más grandes. Me preocupa mucho el traspaso de mando”, expresó el técnico de la Albirroja.
Manifestó que no le preocupa ser el blanco de las críticas. “A mí me pueden quemar, a ellos no (...). A mí me pueden atacar, pero no a los chicos. Ellos necesitan apoyo”, soltó el entrenador que acotó que “es una locura tirarle toda la responsabilidad a ellos”.
Señaló que realizó una evaluación y dejó unos “13 o 14” puntos que debe hablarlo con los jugadores durante este tiempo hasta el próximo combo, que será en marzo. Es consciente que existen “altibajos de un grupo nuevo, de generación diferente (...). Hay una diferencia importante en la transferencia de costumbre, de liderazgo y mandos”. “Hacemos partidos buenos y luego caemos, hay cosas que tenemos que ajustar, hay que fortalecer esa parte”, manifestó.
Arce hizo hincapié en eso del “traspaso de mando” de los históricos para con los más jóvenes. “Buscamos que a esta generación importante que tenemos luego se acoplen (Sergio) Díaz, Blas (Riveros), (Josué) Colmán, hay varios”, indicó.
Con respecto a la falta de identidad de su juego, el técnico manifestó que “nos preocupa y nos falta eso. La gran tarea es cuando jugamos acá. Creo que nos falta algunos componentes para hacerlo. Hay factores que interfieren en eso, estamos muy lejos. Cuando jugamos en Argentina y Bolivia nos liberamos y cumplimos las tareas. Estamos en falta, evidentemente”. Los siguientes rivales de Paraguay son Ecuador, en Asunción, y Brasil, en condición de visitante.