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Una nueva página del superclásico paraguayo se escribió este sábado en el Defensores del Chaco. Si bien ambos llegaron con una victoria, la campaña marcaba la diferencia: Cerro Porteño logró calmar las aguas con su primer triunfo tras cinco juegos en la fecha anterior, mientras que Olimpia, hasta el inicio de la sexta jornada, comandaba el torneo de manera invicta y sin recibir goles.
Pero las estadísticas en los clásicos importan poco. Con la presencia de William Mendieta en el onceno de Fernando Jubero ante la sorpresa de muchos, y la ausencia de Roque Santa Cruz hasta en el banco de suplentes, el Decano movió el balón.
También Gustavo Florentín metió una novedad en su equipo. Pablo Velázquez arrancó en la ofensiva azulgrana. El inicio fue intenso, Cerro Porteño estuvo incontrolable por la zona izquierda del ataque y le imprimió chispas a las llegadas cerristas.
A Olimpia le costó despertarse, solo llegó por intermedio de la pelota parada. El Ciclón fue el evidente dominador durante los primeros 20 minutos y no supo traducir esto al marcador del cotejo.
El elenco de Para Uno comenzó a arrimarse a la portería del rival y cuando la intensidad del juego azulgrana empezó a bajar, apareció un contragolpe letal. Josué Colmán guió el contraataque y habilitó a un Raúl Cáceres que marcó el pase. Silvio Torales conectó el centro, se desvió en Domínguez y fue tapado a medias por Diego Barreto. El rebote fue recogido por Domínguez quien hizo estallar de alegría al público local a los 24’.
El goleador estuvo cerca del segundo, Rodi Ferreira lo sufrió bastante pero Cerro Porteño perdonó. Y Olimpia no. Tras un balón detenido, Fredy Bareiro fusiló a Antony Silva y la defensa no supo despejar el rebote. En uno de los intentos fallidos, queriendo impedir que Julián Benítez se quede con el esférico, Rodrigo Rojas envió la pelota contra su propia portería a los 34’. Desgracia cerrista, euforia decana. El Ciclón sintió el 1-1, al Franjeado se lo vio un poco más tranquilo y suelto. Así se marchó el primer tiempo en Sajonia.
Cerro Porteño hizo el desgaste y se fue a los vestuarios con la sensación de un doloroso empate, más por cómo llegó; por su parte, Olimpia se fue con un gran premio que le permitía encarar de forma diferente la segunda mitad.
Nadie cambió al inicio del periodo complementario, ingresaron los mismo hombres y también el trámite fue parecido. Mendieta, prácticamente ausente, fue la primera variante decana. La juventud y el atrevimiento de Gianlucca Fatecha entusiasmó a la parcialidad franjeada. Colmán, de buen juego, fue el sacrificado por Florentín para que Luis Leal haga su aparición.
Olimpia tomó ventaja a los 59’ desde el punto de vista numérico. Pablo Velázquez, quien sufrió una falta no cobrada de Alexis Rolín, reaccionó contra este y el juez Enrique Cáceres le mostró la tarjeta roja directa al delantero de Barrio Obrero.
Con este panorama el cuadro de Jubero salió a tener protagonismo frente a un elenco que apostó al contragolpe. Olimpia manejó el balón y buscó profundizar. Las imprecisiones fueron una constante en un equipo azulgrana que no encontró el camino cuando tuvo en sus pies la pelota.
A los 75’ se registró una acción polémica. Domínguez, creador de una fenomenal jugada, se metió al área y fue derribado por Gustavo Mencia. El árbitro dejó pasar pese a las protestas de todo Cerro Porteño.
Las fuerzas se fueron agotando a medida que avanzaban los minutos. El empuje y las ganas olimpistas presionaron al desgastado cuadro azulgrana que buscó el orden para evitar sorpresas. El final llegó y ambos se marcharon con un punto y con la sensación de poder conseguir algo más.
Cerro Porteño no supo sacar la ventaja cuando fue claro dominador del compromiso. No obstante, mostró cosas que esperanzan para arrancar de una vez en el certamen. Mientras que Olimpia sintió la poca productividad de Mendieta, y cuando el Ciclón se quedó con 10 jugadores, tuvo una posesión de balón estéril. El Ciclón llegó a seis puntos y se enfoca en la Copa Sudamericana; el Decano perdió la cima y se queda con 12 unidades.