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Luqueño estaba bajo la gran posibilidad de llegar por primera vez a estar entre los cuatro mejores de la Sudamericana y en su primera presencia en este certamen. Tenía la obligación de ganar después del resultado adverso en el partido de ida.
El partido no pudo comenzar de la mejor manera para el auriazul, es que a los tres minutos se vino una buena recuperación de pelota en el medio, el balón llegó hasta Jorge Ortega que mostró una gran categoría para dejar atrás a un marcador y colocar el balón por encima del arquero para anotar el gol que igualaba la serie.
Luqueño estaba mucho mejor que su rival y seguía presionando, apoyado por su público que en gran número estaba en el Feliciano Cáceres esperando el resultado histórico, el que lo ponga en semifinales.
Paranaense respondió con un remate de Walter desde la izquierda y Jorge Chena, en dos tiempos, respondió de buena forma. Por momentos, los brasileños comenzaron a tener un juego brusco y el juego se volvió muy cortado.
El local tenía posibilidades para llegar a marcar más goles, se veía los defectos de los brasileños en la defensa. A los 26 minutos pudo llegar el segundo con una jugada de Núñez por derecha, envío al centro al medio, Ortega erró el balón y Marcelo Báez remató de gran forma pero Weverton desvío al córner.
Los brasileños tuvieron algunos minutos en donde dominaron las acciones, pero no podían generar mucho en ataque, no tenía final el Atlético Paranaense. Hasta que David Mendieta se escapó por la izquierda y le hicieron la falta al entrar al área, el árbitro marcó la pena máxima.
Del remate se encargó José Leguizamón, el remate del capitán fue parado por el arquero, pero del rebote el propio Leguizamón anotó el segundo del equipo de Eduardo Rivera.
La segunda etapa fue un poco mejor el equipo visitante en los primeros minutos, es que un gol le daría la posibilidad de llegar a las semifinales y eliminar a Luqueño.
El técnico brasileño comenzó a realizar cambios ofensivos y Luqueño se quedo un poco más, quizá confiado en el resultado y esperando el momento preciso para acertar un contragolpe, marcar el tercero y liquidar definitivamente el partido.
A los 55 minutos pudo llegar ese gol tras una jugada de Guido Di Vanni por derecha, el argentino ingresó al área, metió el balón al medio y Jorge Ortega no alcanzó a cerrar y se perdió la posibilidad del tercero.
A partir de ahí Paranaense comenzó a llevar peligro con algunas llegadas hasta el arco de Jorge Chena que estaba respondiendo de gran forma tras los avances brasileños.
A los 68 minutos realizó la mejor atajada, fue tras un remate de Nikao que Jorge Chena sacó de manera increíble. Fue la tapada de la clasificación de Sportivo Luqueño.
Después de esta jugada hubo otras llegadas de Paranaense pero ya no tuvo la posibilidad de marcar, así como Sportivo Luqueño ya se posicionó bien atrás y solo esperaba el final del partido para salir a festejar.
Y fue festejo, el auriazul llegó por primera vez a una semifinal de un torneo continental. En su primera presencia en la Copa Sudamericana se ubica entre los cuatro mejores y va por más.