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El Gumarelo llegaba con la presión de no ceder ningún resbalón, pues sabía que Cerro Porteño buscaría la forma de librarse de Nacional para buscar la cima y con un esfuerzo superlativo, con más entrega y empuje que fútbol elaborado, terminó imponiéndose en su “huerta” para quedar solamente a un partido de lograr el bicampeonato.
Luqueño por su parte, se aferraba a la diminuta chance que tenía de seguir peleando por el Clausura y sin demasiada presión como en juegos anteriores, salió a atropellar en el primer tiempo al “repollero”, pero encontró muy erráticos a sus delanteros, principalmente Teixeira, quien prácticamente no pesó en ofensiva.
El primer tiempo fue lo mejor del partido. Ambos salieron con actitudes ambiciosas y eso se notó en el trámite de ida y vuelta que tuvo el juego hasta cerca de la media hora, cuando el ritmo comenzó a bajar por el bajón físico, tras la intensa presión que impusieron los dos.
La visita no respetó al puntero del campeonato y al minuto de juego ya asustó a la última línea gumarela, con un centro de Mario Saldívar, que por muy poco no conecta Cristian Aguada. En la jugada siguiente, el defensor auriazul Robert Aldama aplicó un testazo que se metió al fondo de la portería de Muñoz, pero Antonio Arias cobró una falta previa, dudosa para los luqueños que protestaron lo sancionado. A los 5 minutos, el local respondió con un cabezazo de Fabián Balbuena que pasó rozando el palo zurdo de Rodolfo Rodríguez.
Luego de los 20 minutos, el juego ya fue un poco más estático, desapareció el ritmo frenético, algo que le vino bien a Libertad, pues se acomodó mejor y pudo crear jugadas más elaboradas. A los 27', Claudio Vargas sacó un derechazo en el área rival, pero Aldama apareció para salvar con el cuerpo. Un minuto después, Libertad dispuso de la ocasión más clara; Camacho dejó a dos hombres en el camino y dentro del perímetro de Rodríguez cedió el balón a Molinas, quien icnreíblemente no pudo controlar bien la pelota, desperdiciando una magnífica oportunidad.
En la complementaria, el Gumarelo arriesgó más con dos variantes más ofensivas. Con los ingresos de Jorge Recalde y Antonio Bareiro ganó en velocidad y precisión.
Después de insistir bastante y un relajo visitante, Libertad llegó al ansiado tanto. Justamente Antonio Bareiro, uno de los que le había cambiado el rostro ofensivo al equipo, ganó por guapo por el costado derecho y tras beneficiarse de un rechazo defectuoso de la defensa unicolor, entró al área y con un puntín incrustó el balón dentro de la portería de Rodríguez.
Luqueño también probó variantes ofensivas, pero le costó demasiado crear peligro como en la primera etapa. La jugada más clara para llegar al empate fue un derechazo de Milton Benítez que fue desviado por Rodrigo Muñoz.
Con el triunfo, Libertad camina firme hacia el bicampeonato. Suma 43 puntos, le saca dos unidades de ventaja a Cerro Porteño y deberá coronar la campaña ante Nacional en la última jornada.