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Los equipos tuvieron dificultades para tejer acciones ofensivas a lo largo de los noventa minutos y las ocasiones claras fueron escasas. Lo más destacado del primer tiempo fue un penalti que el meta del Schalke, Ralf Fährmann, le paró a Alex Telles a los 13 minutos. El atacante lanzó raso cerca del poste izquierdo de Fährmann, pero el meta alemán adivinó la esquina y desvió el balón a saque de esquina.
El penalti, que fue la única ocasión clara en la primera parte, se produjo en un centro intrascendente en el que el balón cayó en la mano izquierda del defensa brasileño Naldo, que no la tenía pegada al cuerpo y probablemente no vio venir la pelota por estar cubierto por un contrario. En el resto del tiempo, las llegadas claras brillaron por su ausencia. El Porto tenía más posesión de pelota, pero se estrellaba con un buen comportamiento defensivo del Schalke.
El local, por su parte, tenía problemas para elaborar el juego ofensivo cuando recuperaba el balón. En la segunda parte el Porto empezó mejor y tuvo una buena ocasión a los 47 minutos, en una falta cobrada en corto por Telles para que Otavio ganase la línea de fondo y centrara a Felipe, que estrelló el balón contra los pies de Fährmann desde corta distancia. Después, el conjunto alemán logró emparejar un tanto el partido, aunque el Porto siguió teniendo más posesión, y a los 63' tejió el contragolpe que terminó en el gol de Embolo.
Por la manera como se había presentado el partido todo apuntaba a que el Schalke se aseguraría la victoria pero, en una situación que no era excesivamente peligrosa, Naldo rozó el pie de Marega en el borde interior del área y el árbitro central Jesus Gil Manzano pitó el penalti que convirtió Otavio.