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Un clásico siempre es un partido especial y el de este podría ser decisivo para el resto del campeonato. Olimpia, escolta de Guaraní, había quedado a siete unidades tras la victoria del líder y entró con la obligación de ganar; Cerro Porteño, alejado de la pelea por el título pero de buen andar en la Copa Sudamericana, buscó amargar los planes del rival de siempre.
El DT Fernando Jubero movió su zona defensiva para contrarrestar los ataques cerristas y dejó a Richard Ortíz en el carril izquerdo de la última línea franjeada, y Salustiano Candia pasó al derecho.
Olimpia no tuvo tiempo de abrir los ojos y Cecilio Domínguez necesitó unos segundos para ser desequilibrante. El árbitro Ulises Mereles cobró el agarrón en el área de Ortíz a Álvaro Pereira y Domínguez no falló.
La figura del cuadro azulgrana no desaprovechó y a los 3’ ya le dio la ventaja a su equipo. El Decano vivió minutos de terror y a esto se le sumó el tempranero cambio de Rolín por una lesión. Olimpia fue imprecisión y nerviosismo.
Mientras el Ciclón respiraba aires de predominio, Roque Santa Cruz tuvo en sus pies el empate a los 15’, pero la sensacional tapada de Antony Silva lo evitó. La superioridad cambió de dueño a los 25’ cuando Ortíz clavó un cabezazo frente a la mala salida del portero azulgrana para dejar las cosas como al inicio.
Lo que fue Olimpia al comienzo se trasladó a Cerro Porteño y a los 38’, el partido tuvo un nuevo dueño en el tanteador. Santa Cruz bajó un balón para William Mendieta quien se deshizo de la marca de Santiago Molina y definió con sutileza ante el achique de Silva.
Las ideas desaparecieron del cuadro azulgrana; el Decano, con el marcador a su favor, manejó el cotejo y cuando se iba el primer tiempo, Ortíz tuvo su segunda revancha. El hombre que cometió el penal se reivindicó con otro gol a los 45’.
De un arranque para el olvido, Olimpia se supo reponer y se fue al descanso con un 3-1 más que merecido. Cerro Porteño fue todo lo contrario y la defensa demostró muchos desajustes.
Para el complemento, Gustavo Florentín ordenó el ingreso de Pablo Velázquez y Marcelo Estigarribia con el deseo encontrar resultados rápidos. Sin embargo, no tocó la zona sensible: la defensiva.
Cerro Porteño tuvo algunas aproximaciones y un zurdazo de Rodi Ferreira arañó el cuarto golpe. Además, cada pelota parada angustiaba al Ciclón de Barrio Obrero que en medio de sus sombras, encontró el descuento.
Olimpia fue sorprendido. Una linda acción colectiva y veloz del elenco azulgrana terminó con un frentazo de Guillermo Beltrán a los 61’ y encendió nuevamente el clásico. Con el 3-2 nada estaba asegurado. Más en un clásico.
Los minutos fueron pasando, Cerro Porteño adelantó sus líneas porque la necesidad así lo pedía y Olimpia intentó aguantar y contraatacar. La intención funcionó y a los 76’, luego de una sucesión de errores cerristas, Luis Cáceres venció al arquero Silva que nada pudo hacer.
L. Cáceres, que había ingresado minuto antes, sentenció el partido. La hinchada decana se deleitó con un gran triunfo de su club frente al rival de siempre y el equipo no se aleja del sueño del título.
En la siguiente jornada, el Decano visitará a Sol de América, mientras que el Ciclón recibirá a Rubio Ñu. Con esta victoria, Olimpia llega a 100 partidos ganados sobre Cerro Porteño y permanece a cuatro unidades del puntero Guaraní.