Según el diario South China Morning Post, de confirmarse la operación sería el fichaje más caro de la historia del fútbol chino, superando los 55,8 millones de euros que el mismo Shanghai SIPG desembolsó al Zenit de San Petersburgo ruso para hacerse con los servicios del brasileño Hulk el pasado mes de junio.
Villas-Boas ya intentó fichar al internacional brasileño durante su etapa en el Tottenham Hotspur (2012-13), pero Óscar se decantó por el Chelsea, cuyo banquillo acababa de dejar precisamente el entrenador portugués en la anterior temporada.
En el ecuador de la Premier, Óscar parece no gozar de demasiadas oportunidades en los “blues”, ahora entrenados por el italiano Antonio Conte, y podría triplicar sus ingresos en caso de llegar al equipo shanghainés, si logra un sueldo similar a los 350.000 euros semanales que ahora se embolsa Hulk.
La liga china, que se disputa entre marzo y octubre, por lo que se encuentra en pretemporada, amenaza con protagonizar los fichajes más caros en el mercado de invierno, como ocurrió hace un año con la llegada a la liga asiática de figuras como Jackson Martínez (por 42 millones de euros) o Alex Teixeira (50 millones).
El Chelsea, que pagó 25 millones de euros por Óscar en 2012 y podría lograr con su marcha la venta más abultada de su historia, ya engrosó el año pasado sus arcas gracias a los clubes chinos, después de traspasar a Ramires al Jiangsu Suning por 18,5 millones de euros.