Además de Blatter, arribaron para el evento sus futuros competidores al mando de la FIFA en mayo, el portugués Luis Figo, el holandés Michael Van Praag y el príncipe de Jordania Alí bin Al-Hussein.
Uno de los primeros “jefes” del fútbol internacional que llegó a la capital paraguaya para el acontecimiento fue el francés Michel Platini, presidente de la Unión Europea de Fútbol (UEFA).
La capital paraguaya se convirtió en el epicentro de deliberaciones de las personalidades del fútbol, entre quienes también se encontraban Jeffrey Webb, titular de la Concacaf y Angel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Napout, de 56 años, un administrador de empresas egresado de la Universidad Católica, hábil en cuatro idiomas (inglés, francés, portugués y español) encarna una nueva generación que toma las riendas de la Conmebol.
Con el respaldo unánime de las 10 asociaciones integrantes, con su entronización, la Confederación dará vuelta la página a la antigua dirigencia sudamericana. Se trata de aquella que forjó la hoy poderosa entidad deportiva, los brasileños Joao Havelange y Ricardo Teixeira; el argentino Julio Grondona, el uruguayo Eugenio Figueredo (si bien este continúa como vicepresidente de la FIFA) y el paraguayo Nicolás Leoz.
Napout tendrá como vicepresidentes a Rafael Esquivel (Venezuela), Sergio Jadue (Chile) y Wilmar Valdez (Uruguay). El brasileño Franco Polo del Nero, titular de la Confederación Brasileña de Fútbol, será electo como miembro del comité ejecutivo de la FIFA. En tanto, Luís Bedoya, titular de la federación colombiana, continuará como miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA.
“La presencia de personalidades de tanto calibre para el 65° Congreso es una muestra de la importancia que tiene la Conmebol en el mundo del fútbol”, dijo a la AFP , Néstor Benítez, portavoz del organismo latinoamericano.
A pesar de contar con solo 10 países asociados, la Confederación Sudamericana es la segunda entidad en importancia después de la UEFA.
El objetivo de Napout es mantener el cupo de países 4+1 en los mundiales de fútbol. Promueve además innovaciones, como el cuarto cambio en los partidos y promete aumentar las ganancias de los clubes participantes en la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana.
El nuevo presidente anuncia que potenciará el entrenamiento de los árbitros, la especialización de los médicos deportivos y encontrar recursos para volcarlos en la mejora de infraestructuras, destacó Benítez. Algunos observadores comentaron a la AFP que el encuentro de Asunción deja traslucir un debate inaudible para los periodistas acerca de las innovaciones que se pretenden y el conservadurismo.
Entre las más discutidas están: el uso de cámaras sobre la línea de gol, la vigencia del quinto árbitro y el uso de la tarjeta blanca o la expulsión momentánea de jugadores. Una de las ideas más discutidas en los corrillos de la reunión es la propuesta del postulante portugués Luis Figo: de elevar a 48 los competidores mundialistas.