Y esos años de espera pasaron velozmente y Cerro Porteño (1987) se adjudi caba el torneo y Olimpia, en el ‘88 y ‘89, conseguía un bicampeonato y para Celso llegaba la gran oportunidad de demostrar sus excelentes condiciones.

El debut y un deambu lar inquieto
El día del estreno llegó en 1989 (año del gran golpe) y lo hizo ganando y atajando un penal, lo cual sería otra de sus virtudes en su andar de portivo entre los tres palos.

A partir de ahí estuvo en el albinegro durante varios años para pasar al Estudian tes de La Plata, Argentina, que adquirió su pase. En ese lapso de cuatro temporadas retornó al país y atajó en Cerro Porteño (1994), lo grando el título de campeón del Apertura, de donde de nuevo recaló en Libertad, haciéndolo por dos meses, y lograr el vicecampeonato con el Gumarelo, cuando de cidió volar un poco más lejos (como lo hacía en meta) y llegó al Universitario de Pe rú, donde pudo estar una temporada y de nuevo con seguir el título del Apertura en dicho país, cuando surgió un imponderable que lo hizo regresar al Paraguay.

Problema familiar y un adiós tempranero
“Volví de Perú porque pa pá se encontraba mal y ya no podía caminar. En ese lapso ni ganas tenía de seguir ju gando y recién después de varios años (el papá falleció) volví a probar, estando con mi sobrepeso acostumbrado, pero yo sabía que podía vol ver a hacerlo", comentó.

Y la voluntad pudo más que la desazón y la tristeza que tuvo y volvió a practicar y así poder jugar en el Atlé tico Tembetary en el 2000, de donde pasó al siguiente año al 3 de Febrero de Ciu dad del Este.

Fue la última temporada en la que pudimos verlo ju gar, dejando atrás esas gran des condiciones que tenía para el difícil puesto. Se guridad, reflejos, excelentes salidas aéreas y estupendo para el achique en el mano a mano.

Celso Guerrero dejaba una escuela de cómo se debe atajar en el arco; lastimo samente los problemas que tuvo en su andar deportivo, a veces el sobrepeso, la en fermedad de su padre Celso (+), hicieron que no tuviera una larga trayectoria futbo lera. Pero estuvo y estará entre los buenos que tuvimos en el arco; dejando ahora la valla y perfilándose como un DT ganador (fue campeón con Hayes en Ascenso).


Celso Gerardo Guerrero Pereira nació en Asunción (hospital Barrio Obrero), el 17 de abril de 1972. Hija: Paola Monserrat (9). Nombre de los padres: Celso (+) y Emiliana. Hermana: Cinthya.

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Inicio: Libertad-Divisiones Inferiores (1986 al ’92). Debut en primera: “Ante General Caballero, en 1989; recuerdo que ganamos 5-2 y le atajé un penal a Mazó", rememora.

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ALGO MAS PARA CONTAR

Otros clubes: Estudiantes de La Plata-Argentina (1993 al ’96); “en ese lapso vine a Cerro Porteño en 1994, donde jugué siete meses y fuimos campeón del Apertura y después dos meses en Libertad para el Clausura (2º puesto)", afirma. Universitario de Deportes del Perú (1995 al ’96); Atlético Tembetary (2000) y 3 de Febrero de Ciudad del Este (Intermedia 2001).

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Selección paraguaya: “Copa América 1993 y eliminatorias para USA ’94. Debut: Ante Bolivia, donde ganamos 1-0 con el gol del “Cavernícola” Felipe Nery Franco.

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Títulos: Campeón con Cerro Porteño, Apertura 1994; vicecampeón con Libertad ’92 y Universitario de Perú. Características: Muy tranquilo, buena colocación, seguro, excelente por arriba y muy bueno para el achique en mano a mano. Estatura: 1,85 m. Peso: 90 kg. Sobrenombre: El Ancho (“me bautizó González Cabello"), confirma.

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Actualidad: “Acabamos de participar en el torneo de Ascenso con Presidente Hayes, donde fuimos campeones y logramos el pase a la Intermedia". Hayes fue un equipo de buen fútbol, contundente y goleador, con promisorias figuras y un buen trabajo que se hizo bajo la dirección técnica de Guerrero, con 26 partidos jugados, de los cuales perdió solamente dos.

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Dirigió también años atrás la Sub 21, obteniendo el vicecampeonato en los años 1994 y ’95. Fue campeón como DT con el Teniente Rojas Silva de Atyrá.

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¿Tu mejor momento deportivo? “Con Libertad en el ’92, Universitario 1995 y en los partidos que me cupo atajar para la selección" (recordamos esa gran actuación ante el seleccionado brasileño jugado de visitante, cuando recién en los minutos 83 y 92 pudieron vencerlo, en un amistoso).

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¿Penales atajados?: “Tuve la fortuna de tapar varios y no olvido esa definición ante Olimpia (por Libertad, para la Libertadores del ’92). Recuerdo que atajé tres y Goycochea uno, pero tres disparos de mis compañeros fueron afuera y quedamos eliminados", comenta sonriendo.

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Le bautizaron “El Ancho” por su volumen físico; “pero yo me sentía bien con esos 90 kilos y ante Brasil jugué aquella vez con varios kilos de más. Un tiempo me bajaron de 4 a 5 kilos y no me sentí bien jugando así. Perdí reflejos y piernas".

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Anécdota: “Un día pasábamos con el ómnibus de la delegación frente al Palacio de Gobierno (Asunción); íbamos a jugar un partido con Libertad y Epifanio Yegros, ni corto ni perezoso, hizo la señal de la cruz; le miramos y le preguntamos por qué y contestó: “Es que estamos pasando frente a una iglesia (templo) y esto me va a dar suerte”, contestó. Y el fútbol sigue teniendo sus anécdotas, gratos e ingratos recuerdos y seguirá apasionando a miles de aficionados.