Green, natural de King's Lynn en Norfolk, se alistó en la Fuerza Aérea Femenina británica (WRAF) en 1918, cuando tenía 17 años, dos meses antes del armisticio, y trabajó como camarera en dos bases de la Fuerza Aérea británica hasta julio de 1919.
En su última entrevista con la cadena pública británica BBC, concedida en 2010, Green aseguró que lo había pasado bien en sus tiempos en la WRAF y que había conocido a mucha gente interesante.
Florence Green murió este sábado en una residencia en King's Lynn, pocos días antes de cumplir los 111 años, el próximo 19 de febrero, informó hoy la agencia de noticia Press Association (PA).
Green estaba considerada la última persona que quedaba viva de las que participaron en la I Guerra Mundial (1914-1918), si bien nunca entró en combate. El anterior superviviente, el soldado Claude Choules, falleció en mayo de 2011 en Australia.
Su hija más joven, June Evetts, de 76 años, declaró al periódico local Eastern Daily Press que su madre había vivido una "vida extraordinaria y fascinante", en la que fue espectadora de numerosos cambios en la historia.
"Estaba muy orgullosa de lo que hizo y nosotros también muy orgullosos de ella", apuntó June Evetts.
Green tuvo tres hijos, cuatro nietos y siete bisnietos, y, aunque nunca combatió, estaba considerada en el Reino Unido como la última veterana de la I Guerra Mundial.
En su última entrevista con la cadena pública británica BBC, concedida en 2010, Green aseguró que lo había pasado bien en sus tiempos en la WRAF y que había conocido a mucha gente interesante.
Florence Green murió este sábado en una residencia en King's Lynn, pocos días antes de cumplir los 111 años, el próximo 19 de febrero, informó hoy la agencia de noticia Press Association (PA).
Green estaba considerada la última persona que quedaba viva de las que participaron en la I Guerra Mundial (1914-1918), si bien nunca entró en combate. El anterior superviviente, el soldado Claude Choules, falleció en mayo de 2011 en Australia.
Su hija más joven, June Evetts, de 76 años, declaró al periódico local Eastern Daily Press que su madre había vivido una "vida extraordinaria y fascinante", en la que fue espectadora de numerosos cambios en la historia.
"Estaba muy orgullosa de lo que hizo y nosotros también muy orgullosos de ella", apuntó June Evetts.
Green tuvo tres hijos, cuatro nietos y siete bisnietos, y, aunque nunca combatió, estaba considerada en el Reino Unido como la última veterana de la I Guerra Mundial.