“Con el mercado de teléfonos inteligentes ralentizado, una de las maneras de generar beneficios adicionales es ganarse un puesto en las nuevas categorías como los relojes inteligentes, las cámaras o las gafas de realidad virtual”, explica Ian Fogg, director del sector móvil en el gabinete de investigación IHS.
“Hay mercados en los que todavía no hay ningún líder por lo que hay mucho espacio para crecer”, dice a la AFP.
Samsung, primer fabricante mundial de teléfonos inteligentes, anunció en el Congreso Mundial de Móviles de Barcelona que regalará un casco Gear VR de realidad virtual por cada pedido anticipado de su nuevo producto estrella, el Galaxy S7, que saldrá a la venta el 11 de marzo.
Miles de personas utilizaron estos artilugios para ver la presentación de los nuevos teléfonos de la firma en la víspera de la inauguración del congreso. Los asistentes jalearon y aplaudieron mientras los nuevos productos aparecían flotando en el aire justo delante de sus ojos.
El tumulto fue todavía mayor al quitarse los cascos y ver al fundador de Facebook Mark Zuckerberg, que hizo una aparición sorpresa para anunciar su colaboración con la firma surcoreana para promover el uso de la realidad virtual en la red social.
Los cascos, lanzados al mercado en noviembre, están equipados con tecnología desarrollada por Oculus, una compañía de realidad virtual comprada por Facebook en 2014 por 2.000 millones de dólares. “VR es la próxima plataforma en la que todo el mundo podrá experimentar lo que quiera”, dijo Zuckerberg.
Su competidor surcoreano LG, que registró pérdidas en su negocio de móviles el año anterior, desveló en el congreso sus propias gafas de realidad virtual para acompañar su nuevo teléfono G5.
“Si esto no te indica que la industria avanza hacia la realidad virtual, no sé qué lo hará”, dice Jefferson Wang, socio principal en IBB Consulting, especializada en la conectividad inalámbrica y el sector tecnológico.
Esta apuesta llega a medida que se ralentiza el mercado de teléfonos inteligentes, cada vez más saturado. La compañía de análisis TrendForce predice que las ventas mundiales de estos dispositivos crecerán un 8,1% en 2016. En 2015 lo hicieron un 10,3%.
El fabricante taiwanés HTC, en apuros en los últimos tiempos, decidió centrarse en la realidad virtual y dejar algo de lado los teléfonos.
“Los smartphones son importantes, pero crear una extensión natural a otros objetos conectados como los ponibles y la realidad virtual lo son más”, afirmó en enero su nueva directora ejecutiva Cher Wang al diario británico The Telegraph.
En el congreso de Barcelona, estos artilugios despertaron una gran interés. El espacio de realidad virtual instalado por Samsung se llenó de gente haciendo cola para probar una montaña rusa virtual.
Con el casco Gear VR puesto, al inclinar la cabeza hacia arriba te encuentras un claro cielo azul, miras al lado y contemplas el resto del parque temático y las montañas en la distancia. Ladeas la cabeza hacia abajo y te encuentras precipitándote por una escalofriante bajada.
El movimiento es ficticio pero la gente levanta los brazos y grita como si fuera real.
La empresa de estudios CCS Insight pronostica que la venta de estos artilugios crecerá de 2,2 millones en 2015 a 20 millones en 2018, la mayoría vinculados a teléfonos inteligentes.
“La realidad virtual en el ’smartphone’ debería ser el principal impulso para esta tecnología en los próximos años”, señala a la AFP el jefe de investigación de CCS, Ben Wood. En cambio, los cascos más sofisticados que funcionan vinculados a caros ordenadores seguirán siendo un nicho de mercado por su alto coste, añadió.
Algunos usuarios, sin embargo, se quejaron al ver pixeladas las imágenes que se retransmitían. “La calidad de los sistemas no es del todo buena todavía”, reconoce Edward Tang, fundador y presidente de Avegant, productor de cascos de realidad virtual. “Pero no hay duda de que la realidad virtual está aquí para quedarse” .