Eso dijo a Efe Freddy Vega, líder de Platzi, compañía de profesionalización a través de la web.
Vega, fundador y CEO de la empresa de origen colombiano que dicta cursos profesionales por internet en temas de tecnología, señaló que el mercado actual necesita gente entrenada para enfrentar “el mundo real” ya que los cambios tecnológicos han dado origen a nuevas profesiones “cuyos conocimientos no se aprenden en una universidad”.
Para el experto de Platzi, una compañía con presencia en 50 países y más de 60 cursos en línea que ofrece a unos 170.000 estudiantes, a nivel global “la mayoría de empresas está migrando a un mundo de negocios 'online', la publicidad está migrando al mundo digital”.
Por ese motivo, las compañías ya no contratan ingenieros o publicistas sino “especialistas, como un desarrollador de aplicaciones móviles, un especialista en Facebook o Twitter”, añadió.
Vega señaló que, al ver un vacío profesional que debía llenarse lo antes posible, decidió en 2012 junto con Christian Van Der Henst, cofundador de la compañía, dar cursos presenciales en toda América Latina para capacitar en “carreras emergentes” del sector tecnológico.
Después le apostó a internet como herramienta “eficaz e inclusiva” con la que considera que se puede enseñar “a todas horas” y llegar a personas “en cualquier parte del mundo”. Sin embargo, Vega consideró que el problema de aprender por internet es que “las personas lo ven como algo que siempre está ahí. No genera ese sentimiento de compromiso y comunidad que sí da la educación tradicional”.
Por ello, aseguró, decidió crear un modelo diferente, con “educación en vivo, en tiempo real, con interacción humana instantánea entre profesores y estudiantes” para “atrapar” a los alumnos.
Cerca de 1.000 a 5.000 estudiantes en todo el mundo se conectan al tiempo en una clase de Platzi, en la que comparten proyectos y apuntes, y pueden acceder a los archivos del profesor, con lo que “ese sentimiento de interactuar en vivo hace que las personas realmente se comprometan”, señaló Vega.
En Platzi, disponible en inglés y español, el 70 % de los estudiantes termina sus cursos, en comparación con la tasa de finalización en la “educación 'online' tradicional que es del 7 al 10 %”, según el experto.
El ejecutivo resaltó que los principales mercados de esta forma de aprender por internet están en EE.UU., España, México, el país más activo en la plataforma; y Chile, donde tienden a completar más cursos que en el resto de la región. Perú destaca como el tercer mercado más grande de esta “startup”, o compañía emergente, y Colombia se caracteriza porque “un 10 a 15 % de los estudiantes decide crear empresa. Hay un espíritu emprendedor muy grande”.
Negocios “online”, bases de datos, diseño de productos digitales, marketing y estrategia digital, administración de servidores, entre otros, son las carreras que ofrece Platzi y que “no se enseñan en las universidades”, dijo Vega.
“Muchos estudiantes entraron a una universidad para trabajar en un empleo que hoy ya no existe”, y a su vez, “en cinco años existirán empleos que hoy no nos imaginamos. A eso le apuntamos”, añadió.
Esta compañía emergente cuenta con el apoyo de Y Combinator (YC) , un fondo de inversión de Silicon Valley (EE.UU.) , desde donde han creado alianzas para tener a reconocidos líderes de la industria como profesores.
“Nosotros vemos internet como un igualador de cultura, pero la realidad es que por sí solo no es suficiente, falta la conexión humana que se da en las universidades. Porque la realidad es que aprender con vídeos nunca será educación efectiva, eso se hace desde hace veinte años, cuando existían los CD multimedia”, indicó Vega.
La poca conectividad a internet en varias regiones de América Latina hizo que la compañía ideara una forma de comprimir el vídeo para que personas “con conexiones de internet superbajitas, en mitad de un pueblo o en el campo, puedan ver nuestras clases de una manera fluida (...) a través de todo tipo de dispositivos”, añadió.
Para Vega, quien resaltó que el 80 % de sus empleados son graduados de algún programa de Platzi, “la misión al final del día es hacer que sin importar la capacidad económica, ni el lugar del mundo en el que se esté, la gente pueda acceder a educación”.