“Asumimos que el paciente tendrá la oportunidad de vivir una vida normal, será capaz de comer, respirar y ver”, explicó hoy el profesor Adam Maciejewski, uno de los responsables del equipo médico que realizó la operación en el centro oncológico de Gliwice (sur de Polonia).
El hombre sufrió hace tres semanas un grave accidente en la cantera donde trabajaba cuando una máquina cortadora de piedra casi amputó su cara, recordó el facultativo, lo que justificó la decisión de llevar a cabo la intervención “a vida o muerte” con un plazo de preparación mínimo, el más breve para un trasplante de cara de estas características hasta la fecha, subrayó Maciejewski.
“La condición del paciente se estaba deteriorando tan rápidamente que el trasplante era visto como la única opción para salvarlo, aunque ahora todavía se enfrenta a un alto riesgo de infección y su situación es grave aunque estable”, añadió el facultativo responsable.
A pesar de que el éxito de la operación fue hecho público hoy, la intervención tuvo lugar el pasado 15 de mayo, después de conseguir un donante, y tuvo una duración de 27 horas.