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700 científicos británicos firmaron una declaración para defender el efecto humano en el calentamiento climático, en respuesta a la polémica creada en torno a un reconocido experto acusado de haber manipulado datos para avalar esta teoría."Nosotros, miembros de la comunidad científica del Reino Unido, tenemos la mayor confianza en las pruebas de observación del calentamiento global y la base científica para concluir que éste se debe principalmente a las actividades humanas" , declararon los firmantes en este texto impulsado por la Oficina Meteorológica británica (Met Office) tras el caso de los emails robados.
Un portavoz del Met Office confirmó la información revelada por el diario The Times de que sus responsables decidieron lanzar esta iniciativa "para defender nuestra profesión contra este ataque sin precedentes para desacreditarnos a nosotros y a la ciencia del cambio climático" .
Iniciada cuando se celebra en Copenhague la conferencia de la ONU sobre el clima, la declaración responde a la polémica creada por el "climategate" , que estalló tras la divulgación en noviembre de miles de mensajes electrónicos robados a la prestigiosa Unidad de Investigación sobre el Clima (CRU) de la universidad de East Anglia.
Varios de estos mensajes, incluidos algunos del director del CRU, Phil Jones, demostrarían presuntamente que la comunidad científica altera datos para exagerar el efecto humano sobre el cambio climático, argumentan los detractores de esta teoría.
En uno de los mails robados, Jones menciona un "truco" empleado para maquillar las estadísticas de temperatura.
Jones, que renunció a su cargo mientras la Universidad lleva a cabo una investigación interna, alegó que los mails habían sido sacados de su contexto.
Ante la gravedad de las acusaciones, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Clima (IPCC, siglas en inglés) creado por la ONU, anunció también la semana pasada una investigación.
Un portavoz del Met Office confirmó la información revelada por el diario The Times de que sus responsables decidieron lanzar esta iniciativa "para defender nuestra profesión contra este ataque sin precedentes para desacreditarnos a nosotros y a la ciencia del cambio climático" .
Iniciada cuando se celebra en Copenhague la conferencia de la ONU sobre el clima, la declaración responde a la polémica creada por el "climategate" , que estalló tras la divulgación en noviembre de miles de mensajes electrónicos robados a la prestigiosa Unidad de Investigación sobre el Clima (CRU) de la universidad de East Anglia.
Varios de estos mensajes, incluidos algunos del director del CRU, Phil Jones, demostrarían presuntamente que la comunidad científica altera datos para exagerar el efecto humano sobre el cambio climático, argumentan los detractores de esta teoría.
En uno de los mails robados, Jones menciona un "truco" empleado para maquillar las estadísticas de temperatura.
Jones, que renunció a su cargo mientras la Universidad lleva a cabo una investigación interna, alegó que los mails habían sido sacados de su contexto.
Ante la gravedad de las acusaciones, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Clima (IPCC, siglas en inglés) creado por la ONU, anunció también la semana pasada una investigación.