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O sea, Ulises Teixeira fungirá solo de intermediario y por ello se alzará con US$ 20 millones del erario público, gracias a López Perito y Alberto Alderete. Negociado por donde se lo mire.
A las graves irregularidades denunciadas hasta ahora sobre el caso de las 22.000 hectáreas que el Gobierno, a través del Indert, negocia con Ulises Rodríguez Teixeira por un total de 155.014 millones de guaraníes (US$ 31,6 millones), se suma ahora el hecho de que dichas tierras están hipotecadas.
Efectivamente, de acuerdo a documentos de la Dirección de Registros Públicos, la propiedad adquirida de Teixeira se encuentra hipotecada y dicha hipoteca fue inscripta el 28 de diciembre de 2007 y aún no fue levantada.
Siguiendo los antecedentes del caso, se tiene que los Cardús, dueños anteriores, le vendieron las 22.000 hectáreas a Teixeira por 11.176.086 dólares.
A la firma de la escritura Teixeira entregó solo 2 millones de dólares y por más de 9 millones de dólares el inmueble fue hipotecado.
Todos estos datos se encuentran en una escritura pública que periodistas de ABC revisaron ayer en los Registros Públicos.
¿Qué implica esto?
Esto significa lisa y llanamente que Miguel López Perito y Alberto Alderete, en representación del Gobierno nacional, gestionan la compra de unas tierras por las que el Estado paraguayo pagará 31,6 millones de dólares, con un intermediario.
En efecto, Ulises Rodrigues Teixeira invirtió 2 millones de dólares y ahora solo aguarda el desembolso del dinero público, o sea, los 31,6 millones de dólares, para levantar primero la hipoteca de poco más de 9 millones de dólares y quedarse luego con una ganancia neta de 20 millones de dólares.
Una vulgar intermediación que dará una jugosa comisión con dinero del pueblo.
Indert tasó más caro que oferta de Teixeira
Como una verdadera "Caja de Pandora", los documentos que obran en nuestro poder sobre este caso arrojan cada vez hechos más sorprendentes.
En el expediente N° 3708/09 del Indert, figuran todos los documentos acerca de la oferta y la aprobación de la compra del inmueble.
En fecha 7 de julio de 2009 (nueve meses después de que supuestamente ya había "total acuerdo" con el Gobierno, según López Perito - 25/10/08), Teixeira presenta su carta de oferta por unos 1.950 dólares la hectárea, lo que supone un total de 42.574.350 dólares por las 21.833 hectáreas.
Ocho días después, el 15 de julio de 2009, Teixeira vuelve a presentar otra carta señalando que tras hablar con los campesinos de la Comisión Mcal. López (que pretenden las tierras) ha resuelto ajustar el precio de oferta en la suma de US$ 30 millones.
Pero, en fecha 22 de setiembre de 2009, el mismo Ulises Teixeira se dirige a Alberto Alderete en una Carta Aceptación de Avaluación diciendo que "habiéndose realizado la AVALUACION (sic) por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC)... por el presente escrito manifiesto mi conformidad por el resultado de las avaluaciones practicadas que totalizan un valor de G. 156.127.183.100 (unos US$ 31,8 millones).
Es decir que la tasación del Gobierno superaba en 1,8 millones de dólares la propia oferta de Teixeira.
Obviamente se tenía que "disimular un poco" y en fecha 30 de setiembre de 2009 (un día antes de que el Indert aprobara la compra), Teixeira vuelve a presentar una carta anulando su oferta de US$ 30 millones y ratificando el precio de 1.950 dólares por hectárea, como para decir luego que se ahorraron inclusive más de 10 millones de dólares, ya que la compra fue aprobada el 1 de octubre de 2009 en 155.014 millones de guaraníes (unos 31,6 millones de dólares).
A raíz de los antecedentes, los indicios de corrupción en este caso saltan a la vista, aunque para el Gobierno "todo está bien".
Reunión secreta
A pesar de que nuestro diario lleva casi una semana de publicar las graves acusaciones que pesan sobre este gran negociado, el Gobierno hasta ahora no ha ensayado ni una sola respuesta o aclaración.
Por el contrario, ayer se reunieron en Mburuvicha Róga el presidente Fernando Lugo, Miguel López Perito, Alberto Alderete y aparentemente también Ulises Rodrigues Teixeira, pero nadie dio declaraciones y todos salieron raudamente con los vidrios de sus autos cerrados.
A las graves irregularidades denunciadas hasta ahora sobre el caso de las 22.000 hectáreas que el Gobierno, a través del Indert, negocia con Ulises Rodríguez Teixeira por un total de 155.014 millones de guaraníes (US$ 31,6 millones), se suma ahora el hecho de que dichas tierras están hipotecadas.
Efectivamente, de acuerdo a documentos de la Dirección de Registros Públicos, la propiedad adquirida de Teixeira se encuentra hipotecada y dicha hipoteca fue inscripta el 28 de diciembre de 2007 y aún no fue levantada.
Siguiendo los antecedentes del caso, se tiene que los Cardús, dueños anteriores, le vendieron las 22.000 hectáreas a Teixeira por 11.176.086 dólares.
A la firma de la escritura Teixeira entregó solo 2 millones de dólares y por más de 9 millones de dólares el inmueble fue hipotecado.
Todos estos datos se encuentran en una escritura pública que periodistas de ABC revisaron ayer en los Registros Públicos.
¿Qué implica esto?
Esto significa lisa y llanamente que Miguel López Perito y Alberto Alderete, en representación del Gobierno nacional, gestionan la compra de unas tierras por las que el Estado paraguayo pagará 31,6 millones de dólares, con un intermediario.
En efecto, Ulises Rodrigues Teixeira invirtió 2 millones de dólares y ahora solo aguarda el desembolso del dinero público, o sea, los 31,6 millones de dólares, para levantar primero la hipoteca de poco más de 9 millones de dólares y quedarse luego con una ganancia neta de 20 millones de dólares.
Una vulgar intermediación que dará una jugosa comisión con dinero del pueblo.
Indert tasó más caro que oferta de Teixeira
Como una verdadera "Caja de Pandora", los documentos que obran en nuestro poder sobre este caso arrojan cada vez hechos más sorprendentes.
En el expediente N° 3708/09 del Indert, figuran todos los documentos acerca de la oferta y la aprobación de la compra del inmueble.
En fecha 7 de julio de 2009 (nueve meses después de que supuestamente ya había "total acuerdo" con el Gobierno, según López Perito - 25/10/08), Teixeira presenta su carta de oferta por unos 1.950 dólares la hectárea, lo que supone un total de 42.574.350 dólares por las 21.833 hectáreas.
Ocho días después, el 15 de julio de 2009, Teixeira vuelve a presentar otra carta señalando que tras hablar con los campesinos de la Comisión Mcal. López (que pretenden las tierras) ha resuelto ajustar el precio de oferta en la suma de US$ 30 millones.
Pero, en fecha 22 de setiembre de 2009, el mismo Ulises Teixeira se dirige a Alberto Alderete en una Carta Aceptación de Avaluación diciendo que "habiéndose realizado la AVALUACION (sic) por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC)... por el presente escrito manifiesto mi conformidad por el resultado de las avaluaciones practicadas que totalizan un valor de G. 156.127.183.100 (unos US$ 31,8 millones).
Es decir que la tasación del Gobierno superaba en 1,8 millones de dólares la propia oferta de Teixeira.
Obviamente se tenía que "disimular un poco" y en fecha 30 de setiembre de 2009 (un día antes de que el Indert aprobara la compra), Teixeira vuelve a presentar una carta anulando su oferta de US$ 30 millones y ratificando el precio de 1.950 dólares por hectárea, como para decir luego que se ahorraron inclusive más de 10 millones de dólares, ya que la compra fue aprobada el 1 de octubre de 2009 en 155.014 millones de guaraníes (unos 31,6 millones de dólares).
A raíz de los antecedentes, los indicios de corrupción en este caso saltan a la vista, aunque para el Gobierno "todo está bien".
Reunión secreta
A pesar de que nuestro diario lleva casi una semana de publicar las graves acusaciones que pesan sobre este gran negociado, el Gobierno hasta ahora no ha ensayado ni una sola respuesta o aclaración.
Por el contrario, ayer se reunieron en Mburuvicha Róga el presidente Fernando Lugo, Miguel López Perito, Alberto Alderete y aparentemente también Ulises Rodrigues Teixeira, pero nadie dio declaraciones y todos salieron raudamente con los vidrios de sus autos cerrados.