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La cantidad de salivación es diferente en cada persona debido a factores físicos y determinadas enfermedades. Algunos alimentos pueden evitarse para no empeorar la sialorrea.
La saliva es un líquido compuesto principalmente por agua con importantes funciones que benefician a la salud, ya que facilita la masticación de los alimentos y la expresión oral, además previene la caries y la placa dental y colabora en el proceso de digestión. Una excesiva producción de secreción generada por las glándulas salivales podría provocar una incapacidad para tragar la saliva.
Algunas de las principales causas de la sialorrea son:
Aparición de los dientes en niños.
Primer trimestre de embarazo.
Menstruación.
Infecciones orales, respiratorias o nasales.
Enfermedad de Parkinson.
Tumores cerebrales.
Neuralgias faciales.
Amigdalitis.
Espasmos.
Cáncer.
Ptialomanía.
Habitualmente el diagnóstico se realiza a través de una anamnesis completa y buena exploración física. Las manifestaciones clínicas varían dependiendo de la intensidad y duración de la hipersecreción. Es frecuente la descamación de los labios, queilitis angular y dermatitis al nivel del mentón en pacientes expuestos a un babeo continuo. Puede presentarse ocasionalmente fatiga muscular al obligar a deglutir el exceso de saliva. También ocasiona dificultad en la fonación.
Otro síntoma, del que se queja y consulta el paciente, es el cambio en el sentido del gusto. Además, hay que considerar las repercusiones patológicas debidas a la pérdida de líquidos, electrolitos y proteínas. En determinados casos, en los que se acompaña de incontinencia salival, representa una barrera social importante, ya que el paciente puede presentar un aspecto desagradable y típico olor debido al cúmulo constante de saliva.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es reducir la salivación identificando el o los posibles agentes etiológicos. Algunas sialorreas son transitorias y no necesitan tratamiento. En la práctica clínica diaria nos encontramos con que la hiperproducción generalmente está en relación con el uso de fármacos y esta mejora de forma espontánea cuando se suprimen. Otra opción terapéutica es la rehabilitación oral mediante estimulación oromotora de los músculos orofaciales.
Glosario
Anamnesis: Información proporcionada por el paciente al médico durante una entrevista clínica, con el fin de incorporar dicha información en la historia clínica.
Dermatitis: Hinchazón o enrojecimiento de la piel que implica un cambio en su color o textura.
Músculos orofaciales: Son los músculos de la boca y del rostro.
Ptialomanía: Término por el que se agrupan diversas manifestaciones de la ansiedad, en el cual el paciente necesita de una aspiración incesante de saliva.
Queilitis angular: Es una lesión inflamatoria en la comisura labial o un rincón de la boca.
Alimentación indicada
Se deben consumir alimentos secos y fibrosos como frutos secos, galletas y pan tostado, debido a que quedan adheridos al paladar y ayudan a mantener seca la boca.
Es conveniente evitar el consumo de los alimentos que estimulan la producción de saliva. Se debe tener especial cuidado con los chicles, estos al tener que masticarse, generan saliva. El ácido cítrico -presente en la naranja, limón, pomelo, mandarina- es un potente estimulador de la secreción salival. Por ello, es recomendable evitar las bebidas ácidas como jugos y zumos de este grupo de frutas. De todos modos, todo plan de alimentación es individual y debe ser indicado por un profesional nutricionista.
La saliva es un líquido compuesto principalmente por agua con importantes funciones que benefician a la salud, ya que facilita la masticación de los alimentos y la expresión oral, además previene la caries y la placa dental y colabora en el proceso de digestión. Una excesiva producción de secreción generada por las glándulas salivales podría provocar una incapacidad para tragar la saliva.
Algunas de las principales causas de la sialorrea son:
Aparición de los dientes en niños.
Primer trimestre de embarazo.
Menstruación.
Infecciones orales, respiratorias o nasales.
Enfermedad de Parkinson.
Tumores cerebrales.
Neuralgias faciales.
Amigdalitis.
Espasmos.
Cáncer.
Ptialomanía.
Habitualmente el diagnóstico se realiza a través de una anamnesis completa y buena exploración física. Las manifestaciones clínicas varían dependiendo de la intensidad y duración de la hipersecreción. Es frecuente la descamación de los labios, queilitis angular y dermatitis al nivel del mentón en pacientes expuestos a un babeo continuo. Puede presentarse ocasionalmente fatiga muscular al obligar a deglutir el exceso de saliva. También ocasiona dificultad en la fonación.
Otro síntoma, del que se queja y consulta el paciente, es el cambio en el sentido del gusto. Además, hay que considerar las repercusiones patológicas debidas a la pérdida de líquidos, electrolitos y proteínas. En determinados casos, en los que se acompaña de incontinencia salival, representa una barrera social importante, ya que el paciente puede presentar un aspecto desagradable y típico olor debido al cúmulo constante de saliva.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es reducir la salivación identificando el o los posibles agentes etiológicos. Algunas sialorreas son transitorias y no necesitan tratamiento. En la práctica clínica diaria nos encontramos con que la hiperproducción generalmente está en relación con el uso de fármacos y esta mejora de forma espontánea cuando se suprimen. Otra opción terapéutica es la rehabilitación oral mediante estimulación oromotora de los músculos orofaciales.
Glosario
Anamnesis: Información proporcionada por el paciente al médico durante una entrevista clínica, con el fin de incorporar dicha información en la historia clínica.
Dermatitis: Hinchazón o enrojecimiento de la piel que implica un cambio en su color o textura.
Músculos orofaciales: Son los músculos de la boca y del rostro.
Ptialomanía: Término por el que se agrupan diversas manifestaciones de la ansiedad, en el cual el paciente necesita de una aspiración incesante de saliva.
Queilitis angular: Es una lesión inflamatoria en la comisura labial o un rincón de la boca.
Alimentación indicada
Se deben consumir alimentos secos y fibrosos como frutos secos, galletas y pan tostado, debido a que quedan adheridos al paladar y ayudan a mantener seca la boca.
Es conveniente evitar el consumo de los alimentos que estimulan la producción de saliva. Se debe tener especial cuidado con los chicles, estos al tener que masticarse, generan saliva. El ácido cítrico -presente en la naranja, limón, pomelo, mandarina- es un potente estimulador de la secreción salival. Por ello, es recomendable evitar las bebidas ácidas como jugos y zumos de este grupo de frutas. De todos modos, todo plan de alimentación es individual y debe ser indicado por un profesional nutricionista.