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La honestidad es una condición fundamental para las relaciones humanas, para la amistad y la auténtica vida comunitaria. La honestidad respeta la vida, se caracteriza por la confianza, la sinceridad y la apertura, y expresa la disposición de vivir a la luz de la verdad.
LA HONESTIDAD
La honestidad es un valor de gran relevancia para alcanzar el verdadero sentido de la vida humana, porque con ella inspiramos y ganamos la confianza de los demás. La honestidad es la conciencia clara de lo que está bien y consiste en actuar apropiadamente según nuestro propio papel, sin contradicciones ni discrepancias entre los pensamientos y las acciones.
¿QUÉ ES LA HONESTIDAD?
La honestidad es un valor humano, una actitud que siembra confianza en uno mismo y en aquellos que están en contacto con la persona honesta.
La honestidad hace que la persona actúe siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia, dando a cada quien lo que le corresponde, incluida ella misma.
¿CÓMO IDENTIFICAMOS A UNA PERSONA HONESTA?
El ser honesto es auténtico y objetivo.
Expresa respeto por sí mismo y por los demás.
Actúa sin hipocresía ni artificialidad, antivalores que crean confusión y desconfianza en los demás.
La persona honesta tiene una vida íntegra. Su conducta y su pensamiento no son contradictorios. Habla de lo que piensa y hace lo que ha dicho.
La honestidad es como un diamante sin defectos, que nunca puede permanecer escondido. De igual manera, la persona honesta es claramente perceptible.
La persona honesta aspira a observar los códigos de conducta más elevados, es leal a los principios benevolentes y universales de la vida y sus decisiones se basan en discernir claramente entre lo que es correcto y lo que es erróneo. Se rige por normas que dan guía y valor para comprender y respetar las relaciones humanas.
Una persona honesta aprecia la interconexión del mundo natural y no malgasta, abusa ni desperdicia las riquezas de los recursos destinados al bienestar de la humanidad.
Una persona honesta nunca decepciona la confianza depositada en ella. Usa los recursos de manera adecuada para las necesidades básicas humanas, morales y espirituales, y no da por supuesto el derecho a disponer de los propios recursos.
LA HONESTIDAD ES:
Una virtud con la cual todos nacemos. En los primeros días de nuestra vida, son la inocencia y la pureza de sentimientos las que gobiernan nuestros actos. Esta virtud se desvirtúa a medida que empiezan a aparecer la envidia, la rabia, los celos y demás sentimientos negativos.
Sin embargo hay quienes toleran una pérdida mayor de valores, que sobrepasan la raya de lo legal y lo ilegal y, por lo tanto, son gente que violan las leyes. Algunos lo hacen de manera abierta, es decir un asaltante o un secuestrador, pero no son a estos elementos carentes de valores morales a los que nos vamos a referir hoy, se trata de los corruptos y los coimeros.
NO ES HONESTIDAD:
La simple honradez que lleva a la persona a respetar la distribución de los bienes materiales. La honradez es sólo una consecuencia particular de ser honestos y justos.
El mero reconocimiento de las emociones (así me siento). La honestidad consiste en decidirnos a ordenar nuestros sentimientos buscando el bien de los demás, además del propio.
La actitud impúdica por la que se habla de cualquier cosa con cualquiera. La franqueza tiene como prioridad el reconocimiento de la verdad y no el desorden.
La honestidad es una condición fundamental para las relaciones humanas, para la amistad y la auténtica vida comunitaria. Ser deshonesto es ser falso. La deshonestidad no respeta a la persona en sí misma y busca el encubrimiento; la honestidad, en cambio, respeta la vida, se caracteriza por la confianza, la sinceridad y la apertura, y expresa la disposición de vivir a la luz de la verdad.
Algunos ejemplos de deshonestidad son: el aparentar una personalidad que no se tiene para ganarse la estimación de los demás; el mentir continuamente; el simular trabajar o estudiar para no recibir una llamada de atención de los padres o del jefe; el no guardar en confidencia algún asunto del que hemos hecho la promesa de no revelarlo; no cumplir con la palabra dada y los compromisos hechos.
ACTIVIDADES
I- La honestidad es una de las cualidades que deseamos encontrar en las personas. Pero una condición primordial para conseguirla, es poseerla primero. Por lo tanto, la recomendación es practicarla siempre y tenerla como un principio de vida.
II- Argumenta por qué la honestidad garantiza confianza y respaldo.
III- Si la honestidad es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y la conducta que se observa hacia el prójimo, ¿cuáles podrían ser algunos ejemplos?
IV- Aquí van algunas prácticas que favorecen la honestidad. Practícalas:
a) No te aproveches de la ignorancia de tu prójimo.
b) Guarda como propio el secreto ajeno.
c) Evita provocar discordia y malos entendidos entre las personas que conoces.
d) Evita guardar las cosas que no te pertenecen y restituye todo aquello que de manera involuntaria o por descuido hayas dañado.
e) Enfrentar con valor tus defectos y busca la manera más eficaz de superarlos.
f) Rectifícate cada vez que te equivocas y cumple con tu deber, en las labores grandes y pequeñas sin hacer distinción.
g) Por último, recuerda que la honestidad genera confianza y conduce a la mejora personal y ajena, pues consiste en obrar con rectitud y vivir como hombre de bien.
LA HONESTIDAD
¿QUÉ ES LA HONESTIDAD?
La honestidad es un valor humano, una actitud que siembra confianza en uno mismo y en aquellos que están en contacto con la persona honesta.
La honestidad hace que la persona actúe siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia, dando a cada quien lo que le corresponde, incluida ella misma.
¿CÓMO IDENTIFICAMOS A UNA PERSONA HONESTA?
El ser honesto es auténtico y objetivo.
Expresa respeto por sí mismo y por los demás.
Actúa sin hipocresía ni artificialidad, antivalores que crean confusión y desconfianza en los demás.
La persona honesta tiene una vida íntegra. Su conducta y su pensamiento no son contradictorios. Habla de lo que piensa y hace lo que ha dicho.
La honestidad es como un diamante sin defectos, que nunca puede permanecer escondido. De igual manera, la persona honesta es claramente perceptible.
La persona honesta aspira a observar los códigos de conducta más elevados, es leal a los principios benevolentes y universales de la vida y sus decisiones se basan en discernir claramente entre lo que es correcto y lo que es erróneo. Se rige por normas que dan guía y valor para comprender y respetar las relaciones humanas.
Una persona honesta aprecia la interconexión del mundo natural y no malgasta, abusa ni desperdicia las riquezas de los recursos destinados al bienestar de la humanidad.
Una persona honesta nunca decepciona la confianza depositada en ella. Usa los recursos de manera adecuada para las necesidades básicas humanas, morales y espirituales, y no da por supuesto el derecho a disponer de los propios recursos.
LA HONESTIDAD ES:
Una virtud con la cual todos nacemos. En los primeros días de nuestra vida, son la inocencia y la pureza de sentimientos las que gobiernan nuestros actos. Esta virtud se desvirtúa a medida que empiezan a aparecer la envidia, la rabia, los celos y demás sentimientos negativos.
Sin embargo hay quienes toleran una pérdida mayor de valores, que sobrepasan la raya de lo legal y lo ilegal y, por lo tanto, son gente que violan las leyes. Algunos lo hacen de manera abierta, es decir un asaltante o un secuestrador, pero no son a estos elementos carentes de valores morales a los que nos vamos a referir hoy, se trata de los corruptos y los coimeros.
NO ES HONESTIDAD:
La simple honradez que lleva a la persona a respetar la distribución de los bienes materiales. La honradez es sólo una consecuencia particular de ser honestos y justos.
El mero reconocimiento de las emociones (así me siento). La honestidad consiste en decidirnos a ordenar nuestros sentimientos buscando el bien de los demás, además del propio.
La actitud impúdica por la que se habla de cualquier cosa con cualquiera. La franqueza tiene como prioridad el reconocimiento de la verdad y no el desorden.
La honestidad es una condición fundamental para las relaciones humanas, para la amistad y la auténtica vida comunitaria. Ser deshonesto es ser falso. La deshonestidad no respeta a la persona en sí misma y busca el encubrimiento; la honestidad, en cambio, respeta la vida, se caracteriza por la confianza, la sinceridad y la apertura, y expresa la disposición de vivir a la luz de la verdad.
Algunos ejemplos de deshonestidad son: el aparentar una personalidad que no se tiene para ganarse la estimación de los demás; el mentir continuamente; el simular trabajar o estudiar para no recibir una llamada de atención de los padres o del jefe; el no guardar en confidencia algún asunto del que hemos hecho la promesa de no revelarlo; no cumplir con la palabra dada y los compromisos hechos.
ACTIVIDADES
I- La honestidad es una de las cualidades que deseamos encontrar en las personas. Pero una condición primordial para conseguirla, es poseerla primero. Por lo tanto, la recomendación es practicarla siempre y tenerla como un principio de vida.
II- Argumenta por qué la honestidad garantiza confianza y respaldo.
III- Si la honestidad es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y la conducta que se observa hacia el prójimo, ¿cuáles podrían ser algunos ejemplos?
IV- Aquí van algunas prácticas que favorecen la honestidad. Practícalas:
a) No te aproveches de la ignorancia de tu prójimo.
b) Guarda como propio el secreto ajeno.
c) Evita provocar discordia y malos entendidos entre las personas que conoces.
d) Evita guardar las cosas que no te pertenecen y restituye todo aquello que de manera involuntaria o por descuido hayas dañado.
e) Enfrentar con valor tus defectos y busca la manera más eficaz de superarlos.
f) Rectifícate cada vez que te equivocas y cumple con tu deber, en las labores grandes y pequeñas sin hacer distinción.
g) Por último, recuerda que la honestidad genera confianza y conduce a la mejora personal y ajena, pues consiste en obrar con rectitud y vivir como hombre de bien.