Fugas extraordinarias

Pese al peligro, muchos se animaron a escapar. Utilizando su ingenio, las fugas más sorprendentes se dieron a través de túneles, un mini submarino, un globo aeroestático y un colchón inflable, por citar algunos casos.

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FUGA POR EL ACANTARILLADO

Setiembre de 1961

Poco después de la construcción del muro, Karl Heinz y Karin Albert deciden huir de la RDA. Con la ayuda de otros berlineses, escapan por un canal de desagüe. Lo logran sin contratiempos. Posteriormente, Karl Heinz se suma a personas que apoyan a fugitivos desde la parte occidental con la intención de ayudar a otros a abandonar la RDA.

 


FUGA POR EL TUNEL DEL CEMENTERIO

Setiembre de 1961

Por un túnel, cuya entrada estaba oculta por una lápida en el cementerio de Pankow, 24 berlineses orientales logran huir a Berlín occidental, traspasando la frontera bloqueada hacía un mes. El túnel había sido cavado por estudiantes de Berlín Occidental. Finalmente, la existencia del túnel fue descubierta por el descuido de una mujer que, al escapar, dejó abandonado el carrito de su bebé.

 


UN CAMION ROMPE BARRICADAS


Abril  de 1962

Klaus Brüske, un chofer de Berlín Oriental, toma prestado un camión de su empresa. Junto a unos amigos se dirige a la frontera con la intención de cruzar. Cuando avanzan directamente al Muro reciben una lluvia de disparos. Brüske resulta gravemente herido pero el camión logra romper las barricadas y llegar a Berlín Occidental. Sus dos amigos alcanzan ilesos la libertad, pero Brüske muere por sus heridas.

 


CON UN TAQUE CONTRA EL MURO

Abril de 1963


Dos años después de haber trabajado en la construcción del Muro, el soldado germano oriental Wolfgang Engels decide huir de la RDA. Descubre un tanque sin vigilancia y aprovecha la oportunidad. Engels jamás había conducido un vehículo de este tipo pero consigue poner en marcha el tanque que se queda atascado en las barricadas. Al bajarse, el soldado es gravemente herido pero consigue saltar el muro y sobrevivir.

 


EL MARTILLO Y EL CABLE DE ACERO

Junio de 1965

El economista Heinz Holzapfel descubre en el ala sur del edificio de los Ministerios de Berlín una ventana donde se puede ver la cercana frontera. Junto con su mujer y su hijo de 9 años decide huir. Se esconden en un baño del edificio y por la noche lanza sobre la barrera fronteriza  un martillo al que había atado una soga. Parientes occidentales atan un cable de acero al martillo. Hanz tira de la soga y se hace del cable de acero. Luego lo tensa. El y su familia se deslizan por cable sobre el muro con ayuda de cinturones.

 

 


DESCANSO EN LA BOYA

Verano de 1968

Axel Mitbauer se propone escapar a territorio occidental a nado. Cerca de la localidad de Boltenhagen, a orillas del Báltico, se puede ver la ribera occidental. Los guardias patrullan la playa.  Reflectores iluminan la zona por la noche pero deben ser apagados un minuto  cada hora para enfriarse. Mitbauer aprovecha el momento y se lanza al agua fría. Pese a que es un experimentado nadado debe evitar extenuarse y enfriarse. Por eso  luego de varias horas de nadar hace un alto en una boya de luz.  El nadador es recogido por un barco horas después.

 


EN PLANEADOR HACIA OCCIDENTE

Junio de 1973

Udo Elke, varias veces campeón de vuelo en planeadores de la RDA, huye durante un torneo realizado en Mecklemburgo, en un planeador de madera. Sobrevuela la frontera hacia territorio occidental y, tras un recorrido de más de 300 kilómetros, aterriza en Westfalia.

 

 


VUELO SOBRE EL MURO

Marzo de 1975

Una maestra de 23 años escapó en marzo de 1975 con un avión para vuelos acrobáticos. Despegó en Leipsig y alcanzó incluso a hacer una escala en Eisenberg para recoger a un amigo. Ambos huyeron sin ser sorprendidos y llegaron ilesos a Baviera.

 


SECUESTRO CON ARMA DE JUGUETE

Agosto de 1978


Hans Detlev Tiede, un camarero de 33 años, decide abandonar la RDA. A bordo de una avión polaco de pasajeros, que volaba de Gansk a Berlín Oriental, bebió algo para tomar valor y sacó una pistola de juguete con la que amenazó al piloto. El avión abandonó su ruta regular y aterrizó en el aeropuerto  germano occidental de Tempelhof. Tiede bajo del avión con las manos en alto, haciendo la V de la victoria. Otros seis pasajeros decidieron espontáneamente quedarse.

 

 


DESLIZANDOSE POR UN CABLE DE ACERO

Marzo de 1983


El electricista Holger Bethke y el instalador de calefacciones Michael Becker entran con atuendos de obreros a un edificio situado frente al Muro donde se esconden durante 12 horas. A la madrugada con arco de fibra de vidrio disparan por sobre la frontera una flecha atada a un hilo de pescar.  El hermano de Holger, que había huido años atrás, fija al sedal un cabo de acero  que los fugitivos recogen luego. Con ayuda de roldanas se deslizan por el cabo y logran huir.

 

 


FUGA POR EL ELBA

Febrero de 1986


En febrero de 1986, dos cerrajeros de Berlín consiguen equipamiento de buceo de los petrechos del ejército. Ese mes es tan intenso el frío, que los barcos patrulleros no pueden navegar por Elba debido a los grandes trozos de hielo que flotan en sus aguas. Los fugitivos se meten al gélido río en un lugar donde no pueden ser vistos, a unos 10 kilómetros de la frontera. Pasa por debajo de los hielos y salen en la parte occidental, en las cercanías de la Cumlosen. La fuga por el Elba tiene éxito.

 


FUGA POR VIA AEREA

Mayo de 1989

Tras haber logrado huir de la RDA, los hermanos Holger e Ingo Bethke establecen contacto a través de unos conocidos con su otro hermano, Egbert, quien aún permanece en el Este y también desea "pasarse" a escape. Con un camión, transportaban a Berlín Occidental dos aviones ligeros, que luego pintan para que parezcan aeronaves soviéticas. En mayo de 1989, vuelan hacia el Este y aterrizan en el Parque Treptow, en Berlín Oriental, donde los espera Egbert. Todo ocurre con extrema rapidez. Egbert corre hacia el avión y sube. Poco después, aterrizan en Berlín Occidental, en la pradera frente al edificio del Reichstag.

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