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Fue en el acto de reconocimiento de la responsabilidad del Estado en la desaparición de los soldados Marcelino Gómez Paredes y Cristian Ariel Núñez, realizado en un puesto militar en Lagerenza, Chaco.MAYOR PABLO LAGERENZA, Alto Paraguay (Roberto González A., enviado especial). En el destacamento militar Cap. Cab. Ceferino Vega Gaona, ubicado a casi 700 Km. de Asunción y a unos 60 de Lagerenza, se hizo el descubrimiento de una placa recordatoria de los dos soldados, de 14 años, desaparecidos el 2 de febrero de 1998, justamente de este pequeño establecimiento castrense donde estaban realizando el servicio militar obligatorio. El acto fue parte del "acuerdo de solución amistosa" entre familiares de los niños soldados y el Estado al que llegaron el 4 de noviembre del 2009, tras una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDHH).
En su discurso, el viceministro para las Fuerzas Armadas dijo que el Estado no rehuía su responsabilidad ante la opinión pública, la CIDHH y los familiares de las víctimas y que reafirmaba su compromiso "de no incorporar nunca más menores de edad, así como tampoco de consentir abusos en el marco del servicio militar obligatorio". Asimismo, su promesa de la búsqueda de la verdad y evitar que se vuelvan a repetir "acciones deplorables contra los principios fundamentales de los derechos del hombre".
El viceministro, quien estuvo en representación del ministro de Defensa, destacó que el mismo acto de reconocimiento avalaba "la convicción del Estado paraguayo de combatir y castigar cualquier violación de los DD.HH. que se origine en el marco del servicio militar obligatorio". Zulma Paredes y José Gómez, padres de Marcelino, y Deogracia Lugo Vda. de Núñez, madre de Cristian, reclamaron entre llantos, al descubrir la placa recordatoria, que se siga buscando a sus hijos y se castigue a los culpables. "Aunque sea los huesos de mi hijo quiero, no es esto lo que queremos", decía entre llantos doña Deogracia, quienes tuvieron que trasladarse desde Caaguazú para el acto. También asistieron Vidal Acevedo, del Serpaj; Amalia Quintana, directora de DD.HH. del Ministerio de Defensa; el Cmdte del III Cuerpo de Ejército, Gral. Brig. Edgar De Mestral, entre otros.
En su discurso, el viceministro para las Fuerzas Armadas dijo que el Estado no rehuía su responsabilidad ante la opinión pública, la CIDHH y los familiares de las víctimas y que reafirmaba su compromiso "de no incorporar nunca más menores de edad, así como tampoco de consentir abusos en el marco del servicio militar obligatorio". Asimismo, su promesa de la búsqueda de la verdad y evitar que se vuelvan a repetir "acciones deplorables contra los principios fundamentales de los derechos del hombre".
El viceministro, quien estuvo en representación del ministro de Defensa, destacó que el mismo acto de reconocimiento avalaba "la convicción del Estado paraguayo de combatir y castigar cualquier violación de los DD.HH. que se origine en el marco del servicio militar obligatorio". Zulma Paredes y José Gómez, padres de Marcelino, y Deogracia Lugo Vda. de Núñez, madre de Cristian, reclamaron entre llantos, al descubrir la placa recordatoria, que se siga buscando a sus hijos y se castigue a los culpables. "Aunque sea los huesos de mi hijo quiero, no es esto lo que queremos", decía entre llantos doña Deogracia, quienes tuvieron que trasladarse desde Caaguazú para el acto. También asistieron Vidal Acevedo, del Serpaj; Amalia Quintana, directora de DD.HH. del Ministerio de Defensa; el Cmdte del III Cuerpo de Ejército, Gral. Brig. Edgar De Mestral, entre otros.