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La madre aún clama por justicia y pide aliviar el sufrimiento de varias familias que fueron víctimas de la rudeza de los cuarteles.Para María, cada primer mes de cada año ya es igual desde la muerte de Vicente Ariel Noguera, cuyo cuerpo fue encontrado sin signos de vida el 11 de enero de 1996.
Oficialmente, su hijo falleció de hantavirus, aunque en su caso esta enfermedad también le dejó rastros de golpes en la cabeza, el cuello y otras partes del cuerpo, según recuerda la adolorida mujer.
"Me dijeron que amaneció muerto en su cama, pero él murió torturado", refirió la también presidenta de la Asociación de Familiares Víctimas del Servicio Militar (Afavisem).
Comentó que pasó varios años recorriendo los pasillos de los tribunales en busca de una respuesta de parte de la justicia ordinaria, hasta que finalmente recurrió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Hasta hoy, recibió muchas palabras pero pocas acciones de la Fiscalía, la Procuraduría y el Ministerio de Defensa, según refirió.
"Mi hijo cumplió con la ley y me lo trajeron en un ataúd. Me negaron el derecho a ser abuela, el derecho de él a cumplir sus sueños", lamentó María Noguera.
Ella se encuentra en huelga de hambre junto a otras madres detrás del Panteón de los Héroes. Pide la reparación integral de los daños causados por las muertes en los cuarteles.
Son 185 las víctimas mortales y 300 los que sobrevivieron pero con secuelas al servicio militar obligatorio, aseguró.
"Que se vuelvan a atender los casos, que se haga justicia", manifestó la madre, a quien aún le quedan otros tres hijos.
LAS MUERTES NO CESAN
Noguera indicó que, a pesar de una supuesta mayor apertura en los cuarteles, continúan las muertes en el servicio militar obligatorio.
El caso más reciente se reportó en enero de este año y en el 2009 hubo otras dos denuncias, comentó.
DEBERÍA DESAPARECER
La presidenta de la Afavisem señaló que el servicio militar obligatorio se ha tornado obsoleto, por lo que debería desaparecer.
Admitió, sin embargo, que muchos jóvenes pueden encontrar una "opción de vida" en los cuarteles si las autoridades promueven un tratamiento digno, respetuoso de los derechos humanos, dentro de las instituciones castrenses.
Oficialmente, su hijo falleció de hantavirus, aunque en su caso esta enfermedad también le dejó rastros de golpes en la cabeza, el cuello y otras partes del cuerpo, según recuerda la adolorida mujer.
"Me dijeron que amaneció muerto en su cama, pero él murió torturado", refirió la también presidenta de la Asociación de Familiares Víctimas del Servicio Militar (Afavisem).
Comentó que pasó varios años recorriendo los pasillos de los tribunales en busca de una respuesta de parte de la justicia ordinaria, hasta que finalmente recurrió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Hasta hoy, recibió muchas palabras pero pocas acciones de la Fiscalía, la Procuraduría y el Ministerio de Defensa, según refirió.
"Mi hijo cumplió con la ley y me lo trajeron en un ataúd. Me negaron el derecho a ser abuela, el derecho de él a cumplir sus sueños", lamentó María Noguera.
Ella se encuentra en huelga de hambre junto a otras madres detrás del Panteón de los Héroes. Pide la reparación integral de los daños causados por las muertes en los cuarteles.
Son 185 las víctimas mortales y 300 los que sobrevivieron pero con secuelas al servicio militar obligatorio, aseguró.
"Que se vuelvan a atender los casos, que se haga justicia", manifestó la madre, a quien aún le quedan otros tres hijos.
LAS MUERTES NO CESAN
Noguera indicó que, a pesar de una supuesta mayor apertura en los cuarteles, continúan las muertes en el servicio militar obligatorio.
El caso más reciente se reportó en enero de este año y en el 2009 hubo otras dos denuncias, comentó.
DEBERÍA DESAPARECER
La presidenta de la Afavisem señaló que el servicio militar obligatorio se ha tornado obsoleto, por lo que debería desaparecer.
Admitió, sin embargo, que muchos jóvenes pueden encontrar una "opción de vida" en los cuarteles si las autoridades promueven un tratamiento digno, respetuoso de los derechos humanos, dentro de las instituciones castrenses.