Contraloría declara ilegal la deuda espuria de Itaipú

La Contraloría General de la República emitió un histórico dictamen, por primera vez desde que se generó la irregularidad hace 24 años por solicitud del Brasil y en connivencia con autoridades paraguayas.

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Declaró que la tarifa de US$ 10 el kilowatt/mes de potencia contratada, vigente entre 1986 y 1990, fue violatoria del Tratado de Itaipú e ilegal. Ese subsidio benefició desproporcionadamente al socio mayor, consumidor del 98% de la energía de la central. Debido al precio por debajo del costo, en esos 4 años se acumuló una deuda espuria de US$ 4.194 millones. Este capítulo de la historia del aprovechamiento hidroeléctrico de los recursos hidráulicos del río Paraná, pertenecientes en condominio a nuestro país y al Brasil, hunde sus raíces en febrero de 1986, específicamente el día 25, fecha en que el máximo organismo de la pirámide administrativa de la binacional decide "fijar el costo unitario del servicio de electricidad de la Itaipú ... en US$ 10 mensuales para los meses de enero y febrero de 1986, y de US$ 14,75 para el período marzo a diciembre de 1986, por kilowatt de potencia mensual contratada ..." (Acta N° 80. Octogésima reunión del Consejo de Administración de Itaipú).   

Esa tarifa, según  el acta que recoge  las declaraciones del entonces director general adjunto de Itaipú, Ing. Enzo Debernardi, de acuerdo con  cálculos,  "resultó un número cercano a 16 1/2 (dólares)  por kilowatt, para mantenerlo fijo por algunos años.   

En el 2009, antes de la Declaración Presidencial del 25 de julio, en la trastienda   de las discusiones e incluso confrontaciones entre negociadores paraguayos y brasileños, trascendió un par de documentos celosamente guardados por los gobiernos y administraciones anteriores de la entidad: uno, de la Dirección Financiera brasileña de Itaipú y otro, de Eletrobrás, elaborados igualmente entre 1985/86, que revelaban que esa tarifa debió ser de alrededor de US$ 17/KWmes.  

La violación comenzó el 4 de abril de 1986  

El 4 de abril de 1986, 38 días después de que directores y consejeros decidieran establecer la tarifa de la usina en US$ 14,75/KW mes, convocado por Brasil obviamente, el Consejo vuelve a sesionar en Foz de Yguazú, en reunión extraordinaria, para que sus integrantes, incluso los paraguayos, borrasen con el codo lo que habían escrito con la mano.  

En esa reunión, en la que   se desprendió la bola de nieve que luego se convirtió en miles de millones de dólares, dejaron sin efecto la resolución de referencia y volvieron a la muy provisoria de US$ 10/KW mes, o sea US$ 7/KW mes por debajo  del calculado por Eletrobrás y la Dirección financiera brasileña, US$ 6 1/2 menos que la que había señalado Debernardi y US$ 4,75 por debajo de la que definieron el 25 de febrero de ese año.   

Fue el origen de la deuda que bautizamos en ABC como "espuria".

El saldo actual de la deuda de Itaipú aún ronda los US$ 19 mil millones, a pesar de que hasta diciembre de 2006  había pagado ya US$ 30.700 millones.

Braga y su argumento

El entonces director general brasileño, el general Ney Braga, al fundamentar su pedido (¿o imposición? de rebaja en 1986, explicaba que "se volvió no viable a las empresas del sector eléctrico brasileño transferir a sus respectivos compradores el costo adicional de la energía comprada de Itaipú y, consecuentemente responsabilizarse por el aumento de US$ 4,75/kW...." (Acta Nº 81, Reunión Extraordinaria. Sesión Unica. 4 de abril de 1986. Consejo de Administración de Itaipú). Luego lo transfirieron a la entidad binacional.   

Pese a que los "seis buenos paraguayos" del Consejo de entonces aceptaron la imposición, el director general adjunto se atrevió a manifestar en público sus dudas. Debernardi, según el mismo documento, decía: "La situación que estamos enfrentando esta tarde no deja de tener un significado muy grande, no es una medida leve. Es una decisión cuyas causas son claras, pero sus consecuencias no son tan claras como sus causas".   

El polígono de la vergüenza  

Entre los técnicos de Itaipú, aquellos que a regañadientes aceptaban las imposiciones de los "mejores embajadores de Brasil en Paraguay",  circulaba una suerte de volante anónimo, que algunos llamaron el polígono de la vergüenza.   

El mismo era un gráfico común y corriente, sobre cuya línea horizontal habían apuntado las fechas de vigencia de la tarifa de subsidio y sobre la vertical el monto de las tarifas vigentes entonces. El mismo comenzaba en 1985 con la tarifa provisoria de US$ 10/KW mes, seguía la de US$ 14,75 el 1 de marzo de 1986, que cae nuevamente a 10 en la misma fecha - una tarifa nonata-  luego sube a US$ 11,40 1 de febrero de 1987, a US$ 11,65 el 1 de abril de 1988 y saltó a US$ 18,70 el 1 de setiembre de 1990.   

El área comprendida entre 1986 y 1990, lapso en que nunca rigió la verdadera tarifa de Itaipú, por ende representa la suma no ingresada según la tarifa de US$ 14,75/KW mes; según un examen especial de la Contraloría General de la República realizado en 1997 rondaba los US$ 445.066.865. Sin embargo, la llamada deuda espuria, o sea todo el monto que el Consejo de Administración  adicionó a la deuda de Itaipú en 1997, trepaba a los US$ 4.193,6 millones.   

El subsidiado más grande 

La tarifa irreal, por cierto, rigió también para nuestro país, pero basta con examinar la potencia contratada por cada uno para concluir cuál fue la parte realmente subsidiada por Itaipú. Brasil: 98%. Paraguay: 2%.   
  
Entre dientes, casi los decibeles del rumor, algunos directores y consejeros de 1997 creían que la factura de la gran fiesta que disfrutó  Brasil en Itaipú entre 1986 y 1990 se le debió pasar a sus empresas, a Eletrobrás. Oficialmente todos agacharon la cabeza y firmaron con sus pares la resolución de cohonestación de la deuda espuria,  bautizada igualmente en nuestro diario como el Arreglo de Brasilia y São Paulo.   

De Brasilia porque las movidas previas comenzaron en  la capital del vecino país los días 25 y 26 de marzo de 1997 y tuvo como negociadores a Carlos Facetti, Gustavo Pedrozo, Jorge Octavio Lamar, Miguel Fulgencio Rodríguez, Miguel Luciano Jiménez y Héctor Richer Becker.   
El 31 de marzo de ese año, en la reunión N° 148 del Consejo, en São Paulo, sus miembros aprueban la Resolución 06/07 de "equilibrio económico-financiero de la entidad", que  definitivamente descargó sobre la binacional la deuda espuria.   

Representaban entonces a nuestro país Héctor Richer, Joaquín Rodríguez, Miguel Fulgencio Rodríguez, Adolfo Ozuna González y Paul Sarubbi. Representaba a la Cancillería en el Consejo  Carlos A. Saldívar.
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