Adrián Dárgelos de Babasónicos: "La canción es el envase de una emoción"

A casi tres años de su última presentación, Babasónicos regresó al Paraguay para hacer lo que más les gusta: reinventarse en una fiesta en donde el rock, la fuerza y la frescura siempre gozan de buena salud.

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Adrián "Dárgelos" Rodríguez es el vocalista de Babasónicos, banda que se inicia en la frenética escena del rock argentino a principios de los '90. Pasto, su primer disco, fue editado por Sony Music y contó con la participación de Gustavo Cerati y Daniel Melero; habiendo sido elegidos para presentarse como teloneros de Soda Stereo primero; y de Depeche Mode después.

Desde aquellos tiempos han pasado casi 20 años, y a juzgar por los resultados: a meses de editar A Propósito (a editarse en mayo de este año), disco de estudio número diez, han logrado reinventarse constantemente hasta lograr posicionarse en la cumbre de la escena del rock en nuestro idioma.

El segundo aniversario de Cover Singing Bar –celebrado el pasado 2 de abril en el Casco Antiguo del centro de Asunción– fue el momento propicio para concretar el reencuentro con un público paraguayo que gusta degustar de un excéntrico rock que logra despertar pasiones a lo largo y ancho del continente. Y más allá también.

En una entrevista exclusiva, hablamos con Dárgelos y hubo lugar para todo. De la esencia, transición y evolución del sonido de Babasónicos; de la apuesta del nuevo álbum; del proceso compositivo grupal; de la presencia en las redes sociales y más. Una verdadera charla de rock en la que el músico nos regaló sus palabras; y desplegó tanta épica como la que desdoblan sus canciones.

-A meses de cumplir 20 años como banda conservan intacta la virtud de mantener la frescura y espontaneidad en la estética y concepto de las canciones, discos y shows en vivo. ¿Son los Babasónicos algo así como los Supersónicos del rock?

-El gran reto en una música que no tiene parámetros, como es el rock, que es una música más emocional que cerebral; más –como vos decís– de alto contenido de frescura y explosión. El rock, por su definición es una música hecha por jóvenes sin filtros que trata de incomodar también, ¿no? Es una música que marca un abismo generacional entre tus padres y vos, y entre vos y los que siguen también.

Creo que el gran reto es ese: no ganar certezas y poder atravesar el tiempo siendo un hombre al que todavía le quedan cosas por descubrir permanentemente y que todavía toma riesgos; y que en esos riesgos siente el vértigo de lo inesperado; y busca, busca y busca lo nuevo.

Creo que gran parte del milagro que se da en nosotros es que hemos crecido juntos los cinco integrantes que quedan –porque uno falleció–. Y han podido atravesar esto competitivamente para que el crecimiento los acompañe y mantengan en claro hacia dónde van, cómo preservar la frescura y la fuerza que venden. Es algo que no lo podríamos haber previsto ni premeditado; que es una situación que se dio espontáneamente con la conjunción de nuestras personas, y que han sumado un carisma mayor que es el carisma de Babasónicos; que es mayor a nuestros carismas individuales. Entonces es una situación impredecible, casi mágica, que se nos dio sea con la casualidad, suerte, azar.

- En algún momento (Arrogante Rock, conversaciones con Babónicos) habías dicho: "Ya desde Pasto (1992) sabíamos que nuestro formato de canción era una mutación hacia otra cosa". A partir de eso fueron mutando permanentemente…

-Y las canciones fueron cambiando hasta el disco que está por salir ahora, que básicamente ya las canciones mutan en sí misma. Dentro de la misma esencia de la canción van cambiando de tema, de sonido, y van transformando otra cosa. Porque la canción es el envase de una emoción. La emoción, como no puede ser transmitida por nada, básicamente, oralmente se puede transmitir algo que emocione. Por eso (lo hacemos) musicalmente, con la vibración del aire que contiene la música, hasta que llega a vos y te emociona.

Nosotros consideramos que gran parte de nuestra fuerza está en el constante cambio; en seguir en búsqueda de formas no definitivas sino en formas que sean contundentes en este espacio-tiempo de ahora; en la contingencia actual. Y sí… Siento que ya en Pasto contenía la esencia de lo que se iba formando. Pero nunca hubiese imaginado que íbamos a durar tanto o hacer tantos discos, o a llegar a tener una relación tan estrecha con la idea de la canción, la idea del tema y llevarlo adelante.

-Y a partir de este proceso de mutación que fue desde el rock, funk, metal... psicodélico, bailable, hasta llegar al mainstream actual que los supo posicionar como una de las bandas más fuertes de nuestra lengua.  ¿Cuál es la esencia más pura del sonido de Babasónicos?

-Una esencia épica. Mirá: yo detesto cuando los músicos se ponen serios y se creen que están haciendo una música seria; porque la música es entretenimiento. Si bien tiene que emocionar, tiene que tener esa instancia de entretenimiento que pueda conjugar a manejar la emoción del otro. Entonces, por un lado, no volverse totalmente serios. Tampoco hacer música en chiste, porque para eso están los músicos cómicos.

Entonces, atravesar esa delgada línea donde uno pueda hacer una música épica, romántica a la vez, digna, con swing y con riesgo, sin caer en lo cómico ni en lo serio. Pero viste que el rock o la música en español no usa mucha tonalidad épica. O usa una tonalidad más banal de entretenimiento, que no usa Queen o esa clase de bandas, que son fuertes por la fibra sentimental que tocan; más que por "hacer sonar fuerte". De lo que no podemos desprendernos, que es parte de la esencia nuestra es eso, que disco a disco hemos mutado de muchas formas. Cambian las formas, pero hay una sensación épica que se repite.

-Incluso en D-generación, aquel primer hit editado en el primer disco…

-Sí... ese tono inicial parece marcial. No serio. Pero marcial. Viste que entra y pide atención; y pide atención como si fuese a dejar un sentimiento mayor.

Lo épico sería ese sentimiento que uno tome en mano para atravesar las cosas con dignidad; donde no uno no atraviesa las cosas por fines menores. Un fin menor sería el dinero, la conquista de algo, pero un fin mayor es algo que el que está delante mío no puede interpretar cuál es mi fin. Porque tengo un fin más grande que puede ser mejorar la calidad de vida de otro, que trasciende algo… Trato de que mi música aporte esa calidad.

-Desde aquellos discos también se puede observar que la banda mantiene absoluta coherencia en el concepto filosófico de la lírica que propone…

-Sí la coherencia lírica, pero ha cambiado narrativamente de forma igual… Porque no escribo como antes. Primero porque he descubierto permanentemente nuevas formas narrativas; y porque uno pierde también la inocencia y pierde la forma de escribir al principio; porque su imaginación y su forma narrativa cobran más volumen.

-A Propósito, décimo álbum de estudio a editarse simultáneamente el próximo mayo en Latinoamérica y Estados Unidos, promete sorprender con un formato de canciones diferentes al parámetro normal, tanto en su duración como en su temática lírica y sonora. ¿Cómo se reinventa Babasónicos en este disco?

-Absolutamente. Por ejemplo, la duración pasó a ser el doble que en Mucho (2008). La extensión de las canciones habla de que nos estamos explayando en más tiempo. Pero ahí han cambiado las personas narrativas. Por ejemplo, el disco Mucho tiene mucha primera persona; está narrado todo desde un "yo"; y en este hay más personajes. Hay algunos que son primera persona y otros que son tercera persona. También trato que la poesía me atraviese y que yo no vaya en busca de la descripción de las cosas, sino que sea como si se cristalizase frente a nosotros y haya un faltante que lo complete el oyente con su interpretación. Se arma una complicidad entre el oyente y el músico.

-Es como dejar el siguiente paso al oyente…

-Sí. Yo no te voy dando todas las cosas en forma cerrada, voy contándote una parte de la narración y otra. En el medio faltó algo. Pero es algo que vos lo podes imaginar. Entonces trato de que para cada oyente haya una canción nueva.

-Deshoras,  primer sencillo de este disco, denota cierto aire contemplativo de despojo, desapego, algo de culpa y claro sarcasmo... ¿cómo fue el proceso compositivo de esta canción y las demás canciones del disco?

-Esta canción es de las más naturales, que yo creo que es una isla dentro del disco, porque el disco no se tiende a parecer a esta canción. Pero esa canción es una de las que salen más frescas y más naturales en el disco, a las que no me puedo negar porque como me salen... me salen muy pocas. No es que salen diez por disco, me salen cada tanto. Es una canción donde manifiesta esa enorme dualidad de uno sentirse inmerso en un mundo que a veces no está de acuerdo y mantiene viva la forma de pensar en otro mundo, o la esperanza de que también están esas horas que van en contra del tiempo.
 

-¿Cómo se resume el proceso compositivo de la banda para la grabación de un nuevo disco?

-El proceso compositivo, más o menos para explicártelo, es así: Nosotros trabajamos con ideas primarias en una serie finita de ensayos, de unos 15 a 20 ensayos, hasta que esas ideas van cobrando entidad. Se fuerzan cada una en tener una personalidad de canción distintiva. Ahí lograremos unas veintipico, de las cuales descartamos la mayoría porque todo lo que se parece a caminos que hemos andado anteriormente no los volvemos a repetir; y volvemos a tener un segundo ataque sobre la obra, donde mucho de nuestro juego interno de improvisaciones –mientras estamos haciendo las cosas que ya venimos ensayando– van surgiendo nuevas canciones…

Entonces ya se arma una segunda camada compositiva que después se cotejan en un tercer momento, entre la primer camada y la segunda; y se hace una selección, se depuran… Se pierde el 60, el 70 por ciento, y se queda el menor numero de las canciones. Y se trabajan esas.

-¿Cuál es el porcentaje de ese proceso que, más allá de la naturalidad inherente, es hecho "a propósito"?

-El total. Porque "a propósito" es el total de lo que queda, porque es lo que me gustó hacer. Porque no soy inocente y lo que hago es porque sí. Porque hago música porque me gusta y no porque necesite nada.

 -La banda se caracteriza por tener una presencia activa en el sitio oficial y las redes sociales. Deshoras estuvo disponible temporalmente como "regalo" para los seguidores, incluyendo episodios de grabación, videoclip y el detrás de escena. ¿Como viven ese proceso de integración virtual? ¿Están pendientes de las reacciones que se generan en estos medios?

-Nosotros estamos más pendientes de generar información, generar contenidos, dar noticias, porque somos los protagonistas de la obra a seguir. Entonces creo que componiendo obras, haciendo videos, generando imagen, teniendo todo un mundo audiovisual del contexto damos material para que la gente pueda seguirnos. También la banda conserva una mística de encierro y una elipsis de misterio, entonces da datos… pero es muy difícil que conteste datos.

-"Quiero ser el murmullo de alguna ciudad que no sepa quién soy". ¿Se extraña, de alguna forma, el anonimato que escapa totalmente a la épica que generan?

-No. Porque para mí ser canción es más importante que ser celebridad.

-Está la obra de arte antes…...

-Claro. Que repitan mi canción por el mundo, pero que no conozcan mi cara es más importante; porque mi cara sin mi persona no es nada, es solamente el obrero de mi canción, el obrero que trabaja. Si de última mi cuerpo va a ser el que trabaja para lograr la canción o para lograr una poesía determinada o una música determinada.

Yo lo que pretendía en esta canción es que la música me lleve... Yo puedo desear todas estas cosas que deseo, todas las estrofas, pero cuando llega el estribillo... lo que te pide es que la música te lleve y trascender.

-La banda en este momento goza de amplia repercusión y consolidación discográfica y de presentaciones en mercados como México, España... Van permanentemente a festivales muy importantes de la región. ¿Observan alguna diferencia al momento de la recepción de la obra de ustedes, en cuanto al público en las diferentes regiones?

-Yo no siento mucha diferencia. Es un universo muy transcultural y globalizado el del rock. Tiene la misma interpretación; a no ser que las condiciones socioculturales de los países y la idiosincrasia sean distintas. Porque entre México y Argentina hay condiciones de idiosincrasia muy distintas; pero la música es mucho más universal que eso. Y puede ser llenada en esos mismos espacios. A Babasónicos no hay que entenderlo: hay que dejarse llevar y disfrutarlo.

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