El acuerdo con Brasil avanza hacia la soberanía energética

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El coordinador de la Comisión de Entes Binacionales Hidroeléctricos (CEBH), Ing. Ricardo Canese, asegura que el acuerdo firmado el sábado con el Brasil es un avance hacia la anhelada soberanía energética, tantas veces reclamada por nuestro país. No obstante, señala que todos los puntos acordados entre los presidentes  Lugo y Lula requieren de mucho trabajo y un seguimiento para que se puedan consolidar en conquistas reales y concretas para el Paraguay.

 ¿Es poco lo alcanzado?   
Para esta etapa, es muy importante. Si se piensa que las negociaciones terminaron, es insuficiente. De lo que se trata, sin embargo, no es de la etapa final de las negociaciones, sino de un punto de inflexión, en el cual se revierte la etapa en que había acuerdos tan solo en los puntos menos importantes y se avanza –sin culminarlo aún, pues ello sería imposible– hacia la solución en los temas más trascendentes.   

¿Antes no había avances en esos puntos?   
No. De hecho, la propuesta oficial del Brasil del 26 de enero se limitaba a un mínimo avance en cuanto a la compensación por la cesión de energía, el que tiene relación con el "precio justo", sin mencionar siquiera los otros dos puntos importantes (deuda y soberanía hidroeléctrica). Antes de enero, en el 2008, se había avanzado en los tres puntos más fáciles, aunque sin concretarlos enteramente: cogestión plena, control y obras faltantes. Entonces, antes de este 25 de julio, estábamos en una etapa de negociación en la cual nos circunscribíamos a los puntos menos importantes (del 4 al 6) y casi no se avanzaba nada en los puntos más importantes (del 1 al 3).    

  
Y ahora, ¿en qué se avanzó, la deuda, por ejemplo?   
En cuanto a la deuda, nunca el Brasil mencionaba nada. En esta declaración del 25 de julio aparece algo extremadamente importante. Primero, se menciona que la Contraloría General de la República del Paraguay está haciendo una auditoría de la deuda de Itaipú Binacional. Si bien esta posibilidad la habíamos concretado en la Mesa Negociadora del 11 de diciembre de 2008, el hecho que el Brasil acepte incluir expresamente este hecho en la Declaración es, de por sí, enormemente importante. Y, segundo, lo más importante es que en la declaración conjunta se establece que el resultado de la Auditoría será puesta a consideración de las autoridades brasileñas.    

 
¿Por qué es importante que la auditoría se ponga a consideración del Brasil?   
Porque esa es la propuesta paraguaya, de revisión de la deuda, y, además, porque ese es el camino institucional para llevar a cabo tal revisión, lo cual es hoy aceptado por el Brasil públicamente. Todos sabemos que para cuestionar cuentas institucionalmente, lo primero que hay que hacer es una auditoría a cargo del ente pertinente de fiscalización que, en este caso, es nuestra Contraloría. Aquí acotemos que el Gobierno brasileño sostiene que el equivalente, el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), no podría auditar a Itaipú. Por ello, el hecho que las autoridades brasileñas digan hoy que ven con beneplácito que nuestra Contraloría esté llevando a cabo la auditoría de la deuda binacional de Itaipú y que quieren conocer el resultado de la misma es un avance fenomenal en este tercer punto que hemos planteado, de la revisión de la deuda, porque se están dando todos los pasos en ese sentido que pueden ser datos en este momento.   
Y sobre el precio justo, ¿qué hay?   
Este es el segundo de nuestros 6 puntos. En este campo, hemos tenido un avance enorme en relación a enero de 2009. Recordemos que hace 6 meses nos propuso el Brasil duplicar nuestras compensaciones. Hoy, el Gobierno brasileño ha manifestado su acuerdo para triplicar tales compensaciones, lo que implicaría pasar de 120 a 360 millones US$/año y, además, que Itaipú le done a la ANDE (el Paraguay) el monto necesario para construir la red entre Itaipú y Villa Hayes, así como la subestación en esta localidad del Gran Asunción, por un monto de hasta 450 millones US$. Nótese, entonces, que se ha más que duplicado la oferta de 6 meses atrás. Pero lo más importante de todo es que esto es apenas el "piso" del precio justo.    

 
¿A qué se refiere con que es el "piso"?   
Al hecho que es el mínimo de lo que el Paraguay va a obtener por la exportación de su energía al Brasil. El precio justo, como se sabe, es el precio de mercado en el Brasil; no a terceros países, pues cuando se trata del precio a ser obtenido con terceros países estamos hablando ya de otro concepto, que es el de la soberanía hidroeléctrica. Retomando, el precio justo lo obtendremos efectivamente cuando vendamos todo el excedente que tengamos al Brasil (y que no podamos vender a terceros países) cuando recibamos el mismo precio de mercado del Brasil. Este punto, la venta libre al mercado brasileño, fue acordado ya por el Gobierno brasileño, lo que es un enorme avance en relación  a la propuesta brasileña del 26 de enero pasado. Como la venta en el mercado brasileño debe ser gradual –si vendiéramos de sopetón toda nuestra energía en el mercado libre brasileño, por ejemplo, los principales perjudicados seríamos nosotros por la simple ley de oferta y demanda– el "piso" de la triplicación de las compensaciones nos permite tener en forma casi inmediata beneficios mucho mayores, que los vamos a ir incrementando paulatinamente, en la misma medida en que vayamos vendiendo a precio justo, de mercado, todos los excedentes que sea conveniente hacerlo en el mercado brasileño.    

 
Pero vender al mercado brasileño está sujeto aún a la aprobación del Congreso brasileño, lo mismo que se habla de la triplicación de la compensación. 
      
Es cierto. Es muy probable que se requiera, en ambos casos, de una aprobación del Congreso brasileño. Pero, bueno, esa es una cuestión inevitable si es que las leyes en el Brasil están así. No podemos exigirle a Lula que viole la ley. Lo que sí ha hecho es dar su acuerdo como gobierno y, además, comprometer a enviar como una medida de urgencia, lo que obliga que el Congreso brasileño se expida sobre la cuestión en un plazo perentorio, entiendo que de no más de 45 días.       
   
Y, en cuanto a la soberanía hidroeléctrica o libre disponibilidad, ¿qué obtuvo el Paraguay?   
También en este campo hubo un avance inédito. Por primera vez el Gobierno brasileño reconoce que el Paraguay tiene derecho a disponer de su energía para vender al mercado brasileño con libertad y, desde el 2023, incluso a terceros países. La venta al mercado brasileño siempre hemos dicho que es la primera etapa de la libre disponibilidad dado que, en este momento, no tenemos redes eléctricas como para vender a terceros países.    


Pero, ¿el 2023 no es algo muy lejano?   
Hay que recordar que Panamá, para recuperar su plena soberanía, tardó más de 7 años en la última fase de las negociaciones y que la soberanía plena le fue restituida apenas luego de 22 años. Si bien no se pueden hacer paralelismos, en este caso, antes de 1 año tenemos un compromiso del Gobierno del Brasil de entregarnos plenamente la soberanía, a fin de vender incluso a terceros países, dentro de 14 años. Es más, al incluirse en la declaración un compromiso en la integración energética, entiendo que están abiertas las puertas para que, cuando tengamos las redes de interconexión, podamos ejercer nuestra soberanía incluso mucho antes del 2023.   

 ¿Por qué es tan importante la posibilidad de vender a terceros países?  
Porque pagan mucho mejor por la energía eléctrica. Chile nos está ofreciendo pagar entre 120 y 150 US$/MWh, en tanto que el precio que se puede obtener ahora en el mercado brasileño fluctúa entre 60 y 70 US$/MWh, es decir, la mitad de lo que nos ofrece en forma concreta Chile hoy. Es más, Uruguay está pagando hoy más de 300 US$/MWh y es una situación que se le presenta frecuentemente. Hace un tiempo he hablado con el ministro de Industria y Energía del Uruguay,   Daniel Martínez, quien nos manifestó claramente que el Uruguay también está muy interesado en comprar en forma firme y permanente la energía paraguaya (de Itaipú o cualquier otra hidroeléctrica), pero que ellos requerirían una seguridad jurídica, es decir, que no hayan dudas que efectivamente podemos exportar y que Brasil (o Argentina si fuera la energía de Yacyretá) no pondrán trabas para tal exportación.    

 
Vale decir, ¿el precio justo sería mucho mayor que los 360 millones US$/año acordados?   
En este campo, prefiero hablar de soberanía hidroeléctrica y de venta a terceros países, y la respuesta es un sí categórico. Países como Chile y Uruguay (también el Sur del Perú) no tienen alternativas tan diversas como el Brasil para cubrir su demanda eléctrica y estarían en condiciones de pagar mucho más por nuestra energía, como los precios de mercado actuales lo indican. Es decir, peleamos por la soberanía hidroeléctrica no solo por este concepto en sí, sino porque además así obtendremos muchísimos más recursos para nuestro país.   


En resumen, ¿qué es lo que se obtuvo hasta ahora de los 6 puntos?   
Como te decía, de los tres temas más fáciles, prácticamente conseguimos todo lo que se podía hasta ahora (cogestión plena, control y obras faltantes). En cuanto a la revisión de la deuda todo está encaminado, la auditoría y el compromiso de analizarla, como se puede hasta este momento. Con respecto al precio justo, tenemos un buen "piso" y la autorización de llegar al precio justo total, una vez que vendamos todo nuestro excedente energético al Brasil. Y, finalmente, en relación a la soberanía hidroeléctrica, hemos alcanzado el primer paso, de poder vender en el mercado brasileño y, al mismo tiempo, el compromiso del Brasil que podamos vender a terceros países desde el 2023, por lo menos, y con posibilidad de adelantar esta fecha, en función a la concreción del proceso de integración energética regional, proceso también reconocido en la declaración conjunta.    
  
¿Por qué no ha dado declaraciones a la prensa en los últimos meses?   
Porque esa fue una decisión de todos nosotros y del canciller, el principal responsable de las negociaciones. La idea es que exista un único vocero, una única voz. Ello es fundamental en toda negociación. Creo que fue una buena idea y hoy estamos viendo el avance que hemos obtenido.    

 
Ahora, ¿qué viene?   
Si se quiere, viene la etapa más difícil, que es la de consolidar los avances y de terminar de avanzar hasta la meta que nos trazamos.    
 
¿Qué es lo que debe ser consolidado?   
Todos y cada uno de los puntos logrados. Tienen que hacerse los estudios de viabilidad para las obras de navegación, por ejemplo, lo que requiere darle seguimiento. En cuanto a la subestación seccionadora, se debe culminar el proyecto y llamar a licitación. En relación a la cogestión, el Consejo de Administración tiene 90 días para modificar la normativa interna. En cuanto a la venta al mercado brasileño, se tendrá que tener estudios detallados de cuáles serán las modalidades de venta. En fin, en casi todos los puntos avanzados se requiere de mucho trabajo y seguimiento, a fin de consolidarse como conquistas concretas y reales.

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