Piscinas, grutas, salinas: maravillas naturales en la costa de Malta

Bahías de agua turquesa, acantilados escarpados, formaciones rocosas bizarras. Malta atrae no solo a turistas amantes de la cultura y de las fiestas, sino también a los que gozan de la naturaleza.

El sistema de cuevas de la costa sur de Malta puede explorarse en barco.Luisa Heyer
audima

Cuando se viaja en plena temporada de verano a este grupo de islas en el Mediterráneo, enmarcado por Sicilia al norte y África al sur, el sol arde, las temperaturas se disparan. Una opción para escapar de la calurosa capital, La Valeta, es dirigirse a la costa.

De inmediato queda claro que cada recorte de la costa es un mirador natural que asombra con el contraste de colores entre el agua y la tierra, extravagantes formaciones rocosas y extensos horizontes.

A continuación, tres de los lugares más fascinantes de la costa de Malta:

1. La piscina natural de San Pedro

Quien busque imágenes de Malta en Internet se chocará con seguridad con la aldea pesquera de Marsaxlokk, en el sureste de Malta, y sus numerosos botes de pesca de colores que rondan por el puerto y que parecen posar para la foto perfecta.

La excursión a este lugar vale la pena no solo por el pintoresco paisaje y el animado mercado del pueblo, sino también por la piscina natural de San Pedro (St. Peter’s Pool) que se encuentra en un promontorio un poco más hacia el este.

Es una piscina natural labrada en la meseta rocosa de la costa por el viento y las olas.

El agua verde azulada refresca en los cálidos días de verano. San Pedro atrae de forma masiva a lugareños y visitantes durante la temporada alta, hace rato que dejó de ser un secreto exclusivo de los locales.

Al contrario de lo que sugiere la idílica fotografía de la postal, que suele verse a menudo en las redes, durante el verano en realidad es una bahía tapizada de toallas.

Con tanta gente, no solo hay aglomeraciones al borde de la piscina, sino también en el agua. Eso puede resultar incómodo porque, además, algunos se atreven a saltar desde el borde de las rocas ya sea de cabeza, haciendo figuras o en bomba. Quien no escape nadando rápido del lugar puede sufrir un duro golpe desde arriba.

El pequeño tramo de la costa hacia la derecha merece un desvío de la piscina natural. Al doblar la esquina del acantilado, todo parece como de otro planeta porque las mareas se comieron un relieve esponjoso en el fondo de la plataforma rocosa.

Grandes rocas de formas extrañas se yerguen alrededor, casi como si un gigante hubiera dejado aquí sus ladrillos de Lego después de jugar.

2. La Gruta Azul

Las olas alrededor de la bahía de Wied iz-Zurrieq brillan con el sol del mediodía. Desde allí parten las excursiones en bote hacia la Gruta Azul en la costa sur de Malta.

Reflejos turquesa en las aguas de la Gruta Azul.

Se encuentra a los pies de un arco de piedra de unos 50 metros de altura y consta de seis cuevas que el mar fue cavando en la roca a lo largo de los siglos.

Tan pronto como el pequeño bote pesquero ingresa en el sistema de cuevas, el agua cobra un increíble y luminoso color turquesa. En tanto, reflejos azules de luz danzan en las paredes rocosas, en un juego de colores especial que se revela allí ante los visitantes. De ahí el nombre de Gruta Azul, explica el guía.

Aunque es la cueva más grande y también la más impresionante, no es ni mucho menos la única que se visita en la excursión en barco de unos treinta minutos por la escarpada costa.

Los que quieran disfrutar de la Gruta Azul no solo a bordo de un bote, pueden llegar en unos pocos minutos a pie a un mirador que se encuentra al este de Wied iz-Zurrieq.

El lugar ofrece una nueva perspectiva porque se puede ver todo el arco rocoso en toda su extensión, mientras manchas turquesas salpican el mar azul. Y si se mira a lo lejos, se extiende un horizonte aparentemente interminable.

3. El oro blanco de Gozo

Malta está integrada por 21 islas, las tres principales Malta, Gozo y Comino, como también otras 18 islas deshabitadas.

Mientras Malta es el centro cultural y económico del país, Gozo, la segunda isla más grande, es conocida por su campiña y sus amplios paisajes. Todos los días zarpan ferrys desde La Valeta hacia la isla de Gozo.

La Valeta ofrece al turista museos, palacios e iglesias, así como el amanecer sobre el Mediterráneo.

La capital luce imponente con sus antiguas iglesias y palacios sobre una superficie rocosa. Callejuelas pintorescas serpentean hasta descender hacia el lugar desde donde parten los ferrys en el Gran Puerto de La Valeta.

El barco zarpa y luego de 45 minutos de navegación se llega a Gozo. Un ómnibus lleva luego hacia el norte. Allí, justo en la costa, se extienden las salinas de Gozo.

A veces cuadradas en forma de damero, a veces con formas orgánicas, algunas completamente incrustadas de sal, otras inundadas de agua de mar. Vistas desde arriba, las salinas parecen un gigantesco cuadro de acuarela.

Ya en la época de los romanos se extraía sal de la costa norte de Gozo. Los soldados romanos recibían a veces su paga en sal, de allí proviene el origen latino de la palabra salario.

Unas 300 salinas continúan actualmente en actividad entre mayo y septiembre.

El sol abrasa la piel mientras se camina por las salinas y al final del camino aparece como salvación el oculto desfiladero de Wied il Ghasri para tomar un baño.

Cuesta arriba se encuentra Battery Sreet, una de las muchas callejuelas pintorescas de La Valeta.

El agua refresca y resulta también agradable que esta bahía, a diferencia de muchas otras de Malta, no está completamente invadida por turistas en verano.

Información sobre la costa de Malta

Cómo llegar: Varias aerolíneas tienen vuelos directos desde numerosas ciudades europeas hacia Malta.

Traslados: Se puede utilizar el transporte público para llegar hasta las principales atracciones turísticas sin problemas. Se recomienda adquirir un boleto semanal por 21 euros (23 dólares) en el sitio www.publictransport.com.mt.

La mejor época para visitar Malta: la mayoría de los turistas viaja a estas islas del Mediterráneo entre junio y septiembre, cuando la temperatura puede superar los 30 grados y el agua del mar tiene una temperatura agradable de 22 a 25 grados. En tanto, quienes prefieran disfrutar de la costa con menos gente pueden viajar en temporada baja.

Más información en www.mta.com.mt y www.viajarmalta.com

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